Villafáfila a la muerte de Felipe II:
Crisis demográfica y ruina económica
Elías
Rodríguez Rodríguez
El siguiente artículo
aborda la situación demográfica y socioeconómica de una villa de la Tierra
de Campos zamorana en los últimos años del siglo XVI. Se vive una época
de crisis, coincidiendo con los últimos años del reinado de Felipe II,
como consecuencia de la presión fiscal excesiva y de las malas cosechas,
que provocaron un aumento de la mortalidad y de la emigración y un empobrecimiento
general de los vecinos.
"Domingo por la mañana
al amanecer trece de Setiembre de 1598 años Murio La Catholica Real Magt.
el Rey Don Phelippe 2º nrº Sr, vino la nueva a esta vª el viernes adelante,
hizose doblar en todas las iglesias a mañana y mediodia y a boca de noche
tres dias, mando el corregidor Soto que todos pusiesen luto cada uno segun
su qualidad y las mujeres tocas negras, y las q^ no pudiesen tanto pusieran
unos trapillos negros sobre los tocados, y los hombres a lo menos quitados
los cordones de los sombreros__
El regimº y el corrºr
y el juez q^ vino a azer residencia en este tiempo antes mandaron de hazer
las honras y tomar de propios de la villa 2000 mr. cada uno, conforme
a la ley para ayuda de lutos. // El obº Don Fray Antº de Cáceres escribio
al Arcipreste Hernando de Caramaçana y a todos los arciprestes que avisasen
a los curas de sus arciprestazgos que cada uno hiciese honras por el rey
lo mejor q^ pudiesen.
El cabildo desta villa
le parecio que era mejor hacerlas juntas con las de la villa y ansi se
hicieron, fue el concierto q^ la villa pusiese la cera y velas q^ dio
a los clerigos y hiciese el bulto, y q^ diese al cabildo por todos los
oficios que fueron tres nocturnos, un domingo a la tarde y nocturno y
laudes y misa oficiada ese otro día por la mañana, no mas q^ quatro ducados
y que el cabildo se contentase con ellos // y dijesen todos los clerigos
missa rezada de balde y ansí se hizo, salieron de las casas del ayuntamiento,
hicieronse en nª Srª la ofrenda, puso la villa dos quartales de tº, dos
carneros y mº cantaro de vino, a veinte reales por la dicha ofrenda y
por la misa cantada, concertaronse en esta vaxica q^ dica Antº Garcia
cura de Nª Srª".
Esta partida, incluida
en el fº. 154 del Libro de difuntos de la parroquia de San Salvador de
Villafáfila[1], nos sirve para tratar de hacer una aproximación a la situación que
se vivía en una villa de la Tierra de Campos zamorana a la muerte de Felipe
II.
No sabemos cómo recibiría
el pueblo la noticia, que tardó en llegar cinco días, de la muerte del
rey que llevaba más de cuarenta años en el trono, ni qué reacciones provocaría
entre las gentes, pero nos deja constancia de las exequias que por mandato
de la autoridades civiles: el regimiento, el corregidor y el juez de residencia,
y de las autoridades eclesiásticas: el obispo de Astorga y el arcipreste
de Villafáfila mandaron que se hiciesen en la villa.
La situación económica
del concejo no era deshagoda, sino todo lo contrario, pues desde mediados
de siglo había tenido que recurrir a tomar dinero a censo para hacer frente
a diversos pleitos y servicios extraordinarios, por lo que llegaron a
un concierto con el cabildo eclesiástico, que era una cofradía o asociación
de los clérigos de la villa, para hacerlas juntos y así salieran más baratas.
Los vecinos acudirían a las misas rezadas que los clérigos celebraron
en las siete iglesias con las que contaba la villa entonces, y las autoridades,
esto es, el juez de residencia que cada dos años enviaba el Marqués de
Távara, señor de la villa, para tomar cuenta y razón del ejercicio de
los cargos y oficios públicos; el corregidor nombrado asimismo por el
marqués, Cristobal de Aguilar Soto, que llevaba más de 20 años en el cargo;
y la justicia ordinaria y regimiento contituído por los dos alcaldes,
cuatro regidores y el procurador general, elegidos anualmente, acudirían
a la función solemne que se celebró en la iglesia de Nuestra Señora del
Moral.
El panorama que deja
entrever la documentación de aquellos años en la villa y de los vecinos
de Villafáfila y de su tierra, en la que se incluían San Agustín y Revellinos,
era de una grave crisis demográfica y económica, que había de llevar a
la ruina a la mayoría de los vecinos y a la villa misma, de la que tardaría
siglos en recuperarse, pues hasta finales del XIX no se supera la cifra
de 400 vecinos que tenía la villa a mediados del XVI.
I- SITUACIÓN DEMOGRÁFICA
Los últimos años del
siglo XVI es uno de los periodos de los que tenemos más noticias acerca
de la población de la villa, bien en padrones de alcabalas, en censos
o registros. Disponemos de un padrón de alcabala de 1584, otro vecindario
realizado calle hita en 1586, con distinción de estados y con relación
de oficios y actividades de los vecinos[2]; de 1587 data la relación de pilas y vecinos de las parroquias del
obispado de Astorga. En 1591 se hace el Censo de la Población de las Provincias
y Partidos de la Corona de Castilla para el establecimiento del servicio
de Millones[3]. Podemos manejar el padrón de reparto de las alcabalas de 1593[4], el registro de los vecinos en el cuaderno de las alcabalas de 1596
y 1598[5] y el encabezamiento de alcabalas de 1601[6] . Datos aislados de vecindario hallamos en diversas noticias de los
años 1593, 1594 y 1597[7]. En cuanto a las noticias de movimiento natural de la población no
tenemos tanta precisión. Existen registros de bautizados y difuntos de
la parroquia de San Salvador desde 1573, de San Pedro desde 1577, parciales,
y continuos desde 1590, y de la de San Juan el primer libro que se conserva
se inicia en septiembre de 1598. De las parroquias de San Martín, Santa
María los primeros datos se remontan a 1605 y 1606, respectivamente y
de San Andrés y de Santa Marta ( que dejó de ser parroquia en 1586 ) no
se conservan libros sacramentales[8].
Del análisis de los
datos que disponemos, podemos afirmar que desde finales del siglo XV se
había producido un incremento de la población hasta las décadas de 1560
y 1570, cuando debió de iniciarse un declive lento de la misma hasta 1591
y desde entonces, un descenso brusco hasta fin de siglo. ( cuadro 1 )
Se puede tomar como
referencia el año 1561 para ver la evolución de la población hasta fines
de siglo. Ese año se realiza un padrón callehíta por parroquias, para
hacer el encabezamiento de alcabalas[9]:
"los vecinos que ay
en la dicha villa van puestos calle hita como S.M. por su real probision
lo manda son estos que se sigue",
cuyo resultado es[10]:
Villafáfila __402 vecinos
Revellinos __87 vecinos
San
Agustín__68 vecinos |
Analizando el padrón
se observa que faltan en él los clérigos, el médico y el corregidor, por
lo que habría que añadirlos. Como en 1586, con menos vecindario, había16
clérigos en Villafáfila, y en San Agustín y Revellinos en 1591 había 2
clérigos en cada aldea, habría que añadir como mínimo veinte vecinos más.
En la relación de vecindario
de 1587 se asignan a Villafáfila 381 vecinos, 54 a San Agustín y 65 a
Revellinos. No conocemos los datos de base que sirvieron para elaborar
la relación pero no deben alejarse mucho de la realidad pues en el padrón
callehíta realizado en Villafáfila en 1586 nos da una cifra de 383 vecinos,
incluidos los clérigos y el corregidor; y en el preámbulo de los Estatutos
del Cabildo Eclesiastico de Villafáfila, elaborados ese año, se informa
de que en la villa:
"hay pocos vecinos,
menos de 400 ... los clerigos cofrades de esta villa no pueden ser mas
de veinte salvo que esta villa sobre cuatrocientos vecinos que tiene creciese..."[11].
A propósito de la relación
vecinos / habitantes, no tenemos datos fiables de esa época. En el siglo
XVIII, era de 4,1 en 1752, según los datos del Catastro de Ensenada[12], y en 1787 era de 4,2 según el Censo de Floridablanca[13]. Tal vez en el siglo XVI fuera un poco más elevada.
Los datos del censo
general de población de 1591 son similares:
Villafáfila 375
Revellinos 65
San
Agustín 53 |
Entre 1584 y 1586 la
villa perdió 23 vecinos, más del 5% en dos años, lo que indica que el
retroceso demográfico ya se había iniciado. Pero durante la última década
del siglo XVI se produjo una auténtica catástrofe demográfica para la
villa y su tierra.
La villa perdió en 10
años 161 vecinos que equivalía al 43% de su población, y el conjunto de
la jurisdicción disminuyó 220 vecinos lo que representaba más del 44%
del total del vecindario. (cuadro 2)
Esta tendencia a la
despoblación y la situación de recesión de la villa continuó durante casi
todo el siglo XVII, aunque los datos de padrones y censos son más escasos.
En 1601 había en Villafáfila 214 vecinos
"entre los cuales hallaron
haber muchos pobres y necesitados que por no tener con que pagar no se
les reparten alcabalas"[14].
En Revellinos son 33
vecinos, y seis son tan pobres que no pagan nada. En San Agustín son 26.
En 1619 se dice que:
"atento a que esta villa
a venido en mucha quiebra y la necesidades de ella son muy grandes por
la mucha pobreza de los vecinos y las haciendas van en muy grande quiebra
y detrimento"[15].
En 1631 " se hallo que
en ella ( Villafáfila ) hay 120 vecinos mas o menos"[16].
Enmarcada en la crisis
demográfica general de la época, podemos aproximarnos a las causas que
pudieron llevar a esta situación por los testimonios coetáneos, de los
que podemos concluir que la pobreza a la que llegaron los vecinos fue
consecuencia de la sucesión de varios años de malas cosechas y del incremento
de la presión fisca, que provocan un aumento de la mortalidad y de la
emigración de muchos vecinos en los últimos años del siglo XVI. Sobre
una población que estaba en equilibrio y estancada incidieron una serie
de años de malas cosechas, que eran la principal fuente de ingresos de
los vecinos, un aumento de la mortalidad y la emigración de algunos en
busca de mejores expectativas de vida. Los impuestos establecidos, principalmente
alcabalas, pedido y moneda forera, tenían que repartirse cada año entre
menos vecinos cada vez más empobrecidos, lo que provocaba más emigración.
En el bienio que va de 1596 a 1598 veintidós vecinos de la villa, un 8%,
se fueron de ella. Además, la venta por mandado del rey de tierras concejiles,
que eran explotadas por los vecinos sin pagar nada, obligó a un desembolso
de capital de reserva entre los años 1585-1588; en 1591 se volvieron a
medir las tierras que se habían vendido y se halló que faltaban por pagar
cierta cantidad de ellas, lo que obligó a los vecinos a endeudarse para
poder pagar, coincidiendo con años de malas cosechas. Por otra parte la
implantación del nuevo impuesto de millones en 1591 provocó un nuevo aumento
de la presión fiscal. Y todo ello para hacer frente a los gastos de las
guerras mantenidas por Felipe II, sobre todo la sucesión a la corona de
Portugal, y las campañas contra Inglaterra, que ya habían supuesto un
coste adicional a los vecinos de Villafáfila en forma de participación
directa con hombres y pertrechos.
Trataré de hacer una
aproximación a estas circustancias que provocaron la crisis.
1 - Las malas cosechas
debidas a la sequía y a las sucesivas plagas de langosta :
El periodo de malas
cosechas de la última década del siglo se debió de iniciar en 1591, pues
en las cuentas de una fundación de dotación de estudiantes fundada en
la parroquial de San Salvador se anota:
"no se le hace cargo
del año 91 y 92 porque no hubo frutos"[17]
No disponemos de series
decimales con las que podríamos ver la evolución de la produciones, pero
si tenemos información sobre la primicias, una cantidad fija, una ochava
de cereal, que pagaba cada feligrés que recogía trigo o cebada a la fábrica
de la parroquia, que nos pueden orientar del número de vecinos que cosechaban
cada año, independientemente de la cantidad de pan recogido. Así la evolución
de las primicias de trigo de las parroquias de S. Salvador, S. Martín
y S. Andrés se recoge en el siguiente cuadro, del que se deduce que el
peor año pudo ser el de 1593. (cuadro 3 )
En las cuentas del mayordomo
de S.Andrés de 1593 se cargan 9 reales del pan que se sembró sin recoger
nada:
"que lo comió la langosta".
Los testimonios recogidos
en la época manifiestan que, entre 1592 y 1595, fueron todos años de escasa
cosecha, así la respuesta del administrador de la alcabalas en el año
1596 dirigida al Consejo de Hacienda se dice:
"fecha la dicha averiguazion
con testigos e vista de ojos, vio estar la villa e tierra de Villafáfila
muy pobre por razon de no haber cogido pan los quatro años proximos pasados
e averlo comido e destruido la langosta ... fue este año ( 1595 ) tan
esteril por la langosta que fueron tan pocos los frutos que no hace considerazion"[18].
Otros testimonios lo
confirman; en febrero del 97 en la información recabada entre los vecinos
para un nuevo encabezamiento de alcabalas se quejan de que:
"esta villa y su tierra
esta tan pobre y necesitada a causa de la esterilidad del tiempo y sobra
de langosta que a abido de cinco años a esta parte .... durante el encabezamiento
los mas de los años an sido mui esteriles de tienpo y abundantes de langosta
que destruyo los frutos y ansi se acabaron muchas labranzas y unos vecinos
se fueron y otros se murieron";
y no solamente en Villafáfila,
también en San Agustín y en Revellinos:
"y del dicho tienpo
a esta parte ubo en esta tierra gran plaga y multitud de langosta e especialmente
el año de nobenta e tres y de nobenta i çinco que totalmente ataco y destruyo
los senbrados i mieses"[19].
La escasez de frutos
hace que las gentes se empobrezcan y necesiten vender sus bienes, incluso
sus medios de vida, para poder comer y pagar los impuestos, y así lo refieren
en sus testimonios:
"estan muy pobres los
vecinos por raçon de la langosta que les a destruido que en dos años no
supieron que cosa era hazer verano que la langosta lo destruia y derribaba
todo y como en el dicho lugar no ay otros tratos ni granjerias sino es
la labranza y les faltaron dos cosechas ni tenian para comer ni para senbrar
... y unos se murieron y otros se fueron del lugar porque no se podian
sustentar y ansi estos como los que quedaron ubieron de bender sus labranzas
y açiendas para remediarse...",
en San Agustín se repiten
las declaraciones:
"...a abido mucha esterilidad
del tienpo y abundancia de langosta ... y unos se fueron con deudas y
miseria a buscar donde pasar la bida en otras partes ... y no ai mas de
veinte yugos de labranzas que por aver estado y estar la gente tan necesitada
se han desecho dellas para pagar deudas y comer.... que en dos años no
se coxio pan y en otros dos años fue poco lo que se coxio a causa de averse
senbrado poco por estar la xente muy neçesitada y alcançada y en tanto
grado que muchos bendieron las labranças para comer y otras neçesidades
y era tanta la miseria que llebaban a bender la ropa de lana y lino y
hasta los vestidos y costales y otras alfaxas a la ciudad de Astorga y
a la villa de La Bañeza y a otras partes para traer pan que comer y forzados
de la neçesidad lo daban por mucho menos de lo que balia y este testigo
para pagar la alcabala, que debia dos mill maravedis, bendio un buey y
para senbrar y otras cosas le fue nesçesario bender dos bueyes y se quedo
sin ninguno".
La disminución del número
vecinos y de pares de labranza y la falta de grano para sembrar produjo
una sensible disminución de la superficie sembrada con la consiguiente
falta de producto para la siguiente campaña. En Revellinos nos dicen:
"y ansi huelgan mucha
cantidad de tierra porque no ai con que labrarla ni quien la arriende".
En Villafáfila ocurría
lo mismo:
"y que no ai al presente
mas que quarenta y tres o quarenta y quatro yugos por lo qual huelgan
gran cantidad de tierras i que se solia labrar todo el termino y aun salian
a los terminos convecinos, .... i que en el tienpo de agora de las tres
partes del terrazgo que ay en esta villa huelgan las dos que no se sienbran
por no aver labranças y posibilidad y a seis o siete años que se senbraba
todo y aun no habia harto en el termino para los labradores que habia
a la saçon y ansi muchos labraban en Salinas, Muélledes y Valle, ... y
mas de veinte veçinos tenian a dos yugos de mulas cada uno y otros muchos
labradores a dos y a tres yugos de bueyes y el que menos un yugo que muy
pocos o ninguno avia que tuviesen una cabeza sola y que los jornaleros
de aquel tienpo tenian mejor que comer que los labradores de agora ...."[20];
y son frecuentes las
menciones a que no se arriendan las tierras, o que no ha valido nada la
renta, que hacen los mayordomos de las iglesias o los administradores
de las fundaciones religiosas en esos años.
La cosecha del año 1598
también fue escasa:
"el tercio primero del
año 99 valio [la alcabala] poco respecto de la necesidad de pan y otras
cosas que ubo entonces"
Parece que la cosecha
de 1599 fue mejor, aunque no tan buena como se esperaba; en noviembre
se cuenta que:
"tiene mucho sembrado
respecto de aber cogido buena cantidad de pan ... los tenporales y cosechas
deste año yban tan demostradas que prometían grandisima abundancia aunque
despues no fue lo que se penso"[21],
pero el precio del trigo
pasó de 56 a 44 reales la carga, para descender a 36 en los dos años siguientes.
En 1601 la senara fue abundante pero:
"no se halla en esta
villa quien diese mas de 30 reales la carga de trigo y la cebada ni a
la tasa".
Las plagas de langosta
era uno de los problemas endémicos de los cultivos de la comarca, y en
años secos y de inviernos no muy fríos, proliferaban estos insectos, destruyendo
las cosechas antes de poder recogerlas. Ya desde mediados del siglo se
habían hecho campañas de erradicación, que sirvieron como disculpa para
poder roturar más superficies para cultivo. En 1556:
"por mandado del mui
ilustre señor Licenciado Juan Lopez de Hiriçar, alcalde mayor en el partido
de Leon, estaba en esta villa Rodrigo de Xeras su escribano receptor para
hacer ronper e labrar los terminos valdios de esta villa para el rremedio
de la langosta y en entre los otros estaba el termino que llaman La Tabla".
El alcalde mayor había
recibido orden del Consejo Real de Su Magestad para que
" averiguase donde había
langosta y la haga destruir y matar y halló entre otros que la langosta
estaba en la Tabla y otros campos y ejidos de la villa y mandó hacer romper
y arar los términos y coger la langosta en cañuto"[22].
La situaciones como
las de finales de siglo se habían venido repitiendo a lo largo del mismo,
pero quizá, no tan seguidas. En la década de los 70 tenemos constancia
de ello y tal vez fueran la causa del inicio del descenso demográfico:
"que en la villa de
Villafáfila y sus terminos suele aver langosta que destruye totalmente
los panes y las viñas como este año se a hecho y para el remedio desto
se hazen muchos gastos ... que este presente año de setenta el regimyento
desta villa envio a buscar un clerigo que era de Valcabado para que cojurase
la langosta que en los terminos desta villa avia"[23].
El año de 1573 en el
libro de Fábrica de San Martín el mayordomo se anota de cargo sólo:
"1 fanega de enprimas.
Este año no hubo enprimas porque lo comio la langosta"[24].
La cosecha de 1575 debió
de ser escasa, pues en su visita pastoral de ese año, el obispo de Astorga
escribió el siguiente mandato en el libro de fábrica de San Andrés:
"muchos feligreses por
la esterilidad de los años no han podido pagar lo que deben a la iglesia
y asimismo si se husiese de cobrar este año en dinero no se podria cobrar,
que se cobre en trigo y cebada quando se pueda".
asimismo trata de remediar
en la medida de lo posible las causas de estas malas cosechas :
" por quanto fue informado
que los curas y capellanes de la villa unos por otros se escusan y no
quieren conjurar cuando hay truenos y tenpestades y el pueblo esta escandalizado,
mando a los curas que quando enpieze a tronar o que se espere probablemente
aber tenpestad acudan a las iglesias y enziendan una vela delante del
Santisimo y despues con la mayor diligençia tomen sobrepelliz, estola,
manual y agua bendita y comienzen a exorçizar y conjurar y que los curas
por su orden y antiguedad salgan a los terminos a donde anduviere la langosta
a conjurarla sienpre que el pueblo saliere a cogerla usando como dicho
es de los medios y remedios estatuidos en el manual y no consientan que
a bueltas de los exorçismos santos y licitos aprobados por la iglesia
mezclen otros supertiziosos y sospechosos, el salir a los terminos entiendase
al tº o tºs donde la mayor parte del pueblo fuere a coger la langosta"[25].
La escasez hizo subir
la demanda de trigo y cebada y algunos vecinos de Villafáfila acudían
a comprar trigo a la tierra de Palencia y Astudillo, para después venderlo
en grano o en pan cocido en Sanabria, Santa Cristina y otros pueblos,
estas ventas, a veces, se hacían a mayor precio del marcado por la tasa
real, lo que originaba que se hicieran procesos contra ellos en 1575.
La escasez también hacía acudir a Villafáfila a muchos forasteros, para
aprobisionarse de grano en marzo de 1576 :
"vinieron a posar en
su meson unos vizcaynos que hablaban en su lengua y andaban en busca de
pan .... de pocos dias a esta parte an venido gran cantidad de gentes
en busca de pan y si se da lugar a que se saque se dara lugar a que esta
villa aya gran nezesidad porque se cogio poco pan y ay nezesidad que el
que ay se conserve por la nezesidad que tienen y los muchos pobres que
ay en ella...por averse cogido muy poco pan los años atras por la esterilidad
dellos y la esterilidad que se espera".
El año 1575 se debio
de sembrar poco trigo, y así se menciona: "la ruin sementera" , por la
escasez de la cosecha de ese verano y por el alto precio que alcanzaba
en el mercado negro, que, hasta el corregidor de la villa, vendía trigo
clandestinamente por la noche. En febrero de 1576 el marqués de Távara
y señor de la villa mando una provisión al concejo:
" porque me contaron
que en esa villa ai gran saca de pan tº y zebada y zenteno que si se da
lugar a dicha saca esa dicha villa y los vºs della padeçerian gran nezesidad
por los años esteriles que a avido y por que es nezesario que esa dicha
villa este probeida de pan para su alhondiga .... que agais cala y cata
del pan que los vºs tienen y probeais el alhondiga del pan que tuviere
nezesidad hasta tanto no consintais que se saque ni se venda pan".
Las malas cosechas debieron
de haberse producido desde antes del 75 y continuaron en el 76, pues en
marzo se indica:
"e por averse cogido
muy poco pan este año y los años atras por la esterilidad dellos y la
esterilidad que se espera".
Cuando hacía falta lluvia
para los campos se celebraban rogativas y procesiones. Así en Mayo de
1577 se fue en procesión a la ermita de Villarigo a buscar la imagen y
traerla a la villa, y ese mismo año se mandó mondar la fuente de San Pedro
y su reguero, probablemente porque se estaría secando. El año 78 también
debió de ser escaso en lluvias pues en abril se hizo procesión a Villarigo
y en mayo a la misma ermita y a la de Santa María de Falornia, en Villarrín.
Para evitar situaciones
de desabastecimiento de pan se había creado la alhóndiga antes de 1575,
como almacén de grano, en el que se recogía los años de abundancia y se
prestaba a los vecinos en los años de escasez para consumo doméstico y
para sembrar, con la obligación de devolverlo en la siguiente cosecha
con un ligero incremento o creces[26].
Entre los vecinos de
la villa se iba creando una sensación de pobreza "en la villa ay mucha
gente pobre" se testifica en 1570, y en 1576 se dice" por la nesçesidad
que tienen y los muchos pobres que ay en ella". Pero todavía en la década
de los 80, a pesar de que algunos años, como 1581, la cosecha fue muy
escasa " por la esterilidad del año", los vecinos de Villafáfila seguían
arrendando nuevos arrotos en los términos vecinos, como lo hacían en Salinas,
pagando a carga y media de trigo por cada carga de tierra en renta, de
la que "no se vos ha de hazer descuento salbo por langosta"[27].
2-El incremento de
la presión fiscal, absoluta y per capita
Los impuestos estatales
sufrieron un incremento en la segunda mitad del siglo XVI. "La carga nominal
se incrementó en un 430 por 100 entre 1558 y 1598"[28] (Kamen), pero esta cantidad quedaba mitigada por la inflación y en
los periodos de buenas cosechas, hasta la década de los 70, pudo ser asumido
por la población. A partir de 1570 el incremento de impuestos fue real,
motivado sobre todo por las necesidades bélicas de la política exterior
de Felipe II, y, al coincidir con años de malas cosechas y de estancamiento
de la población, incidieron como una losa sobre la economía, sobre todo
rural. Cuando venía a la villa algún impuesto extraordinario provocaba
un gran desequilibrio en las cuentas del concejo como ocurrió en 1575
cuando la cantidad excesiva que tocó a la villa en el reparto del Servicio
y Montazgo obligó a mantener un pleito y el concejo tuvo que endeudarse,
por no poder repartir a los vecinos que ya estaban sobrecargados.
En la última década
del siglo la coincidencia de un incremento del valor de la alcabala, desde
el encabezamiento general que comenzó a pagarse en 1590, la creación del
nuevo inpuesto de millones en 1591, que gravaba los artículos de primera
necesidad, y la venta de las tierras concejiles, que se labraban gratuitamente
por los vecinos de los pueblos y se inició en esta comarca de Tierra de
Campos en 1584, actuó como un impuesto extraordinario y obligó a desembolsar
capital acumulado a los vecinos hasta 1588, agotando las reservas y obligando
a los vecinos menos pudientes a edeudarse, poniendo a censo las nuevas
propiedades adquiridas, con el agravante de que en 1591, en Villafáfila,
se volvieron a remedir las tierras porque anteriormente habían sido medidas
a la baja y nuevamente se tuvieron que obligar los vecinos al pago de
las mismas por un periodo de tres años, hasta 1594. Al coincidir estas
situaciones con los años malos se produjo la catástrofe.
a)- El impuesto del
alcabala o las alcabalas era una especie de IVA, que gravaba las transaciones
y ventas de los bienes inmuebles y productos al diez por ciento, pero
que el Consejo de Hacienda, para facilitar la recaudación, ajustaba periódicamente
con las diferentes villas y ciudades lo que teóricamente tendrían que
pagar, en función del vecindario y la situación económica de la localidad,
y establecía una cantidad fija de maravedíes anuales, llamado encabezamiento,
por una serie de años. En el quinquenio 1557-1561 la villa y tierra habían
pagado de alcabala, según el encabezamiento que tenían hecho, 208.000
mrs., más 5.000 para el sacador lo que hacía un total de 213.000 mrs.
Esos años la mayor parte
de la alcabala la pagaban los obligados de la carnicería, de la habacería
o pescadería, otros comercios locales y la venta de las heredades y el
vino, tanto de acarreo, o sea que se vendía para fuera, como el que se
encubaba en la villa, al que se le repartía 3 ó 4 blancas por cada cántaro.
Los vendedores forasteros pagaban la alcabala de lo que vendían en la
villa, de diez uno, y había unos fieles que se encargaban de recogerla,
aunque, para fomentar los abastecimientos de objetos de consumo, franqueaban,
es decir, no pagaban alcabala:
"los olleros e vidrieros
y caxeros e tiendas de joyeria, zapateros, jubeteros, higos, pasas y miel
y madera, lana, pellejos, minbres, çestos y hazeyteros y otras cosas menudas
los miercoles y los viernes y esto se hizo tenyendo consideraçion que
la villa estuviese bien basteçida e probeyda"[29].
El reparto resumido
del año 1561 fue :
sobras del año anterior |
4.259 mrs. |
carnicero |
30.000 mrs. |
abacero |
10.000 mrs. |
Revellinos |
30.200 mrs. |
San Agustín |
19.500 mrs |
foraneo |
3.000 mrs |
queso y tocino |
1.020 mrs |
heredades, mosto, vino de acarreo |
30.000 mrs |
vino de Diego de León, de Benavente |
2.870 mrs |
vino de Juan de Valencia |
5.565 mrs., sólo se cobraron
253 reales |
vino que ay encubado en la villa
a 2 mr la cantara |
28.762 mrs. |
se repartieron entre los vecinos |
47.824 mrs. |
En el encabezamiento
por quince años que comenzaba a correr desde 1562 se incrementó el valor
de las alcabalas en un 37% con respecto a los cinco años anteriores[30].
Los años que no se encabezaban
los vecinos tenían que pagar el 10% "de diez uno" de todas las ventas
y tratos que se hacían en la villa. A finales de 1576 se terminó el periodo
de encabezamiento y los regidores tuvieron que hacer varios viajes a Zamora,
presentar padrones, recibir muchas visitas de receptores con los consiguientes
gastos y hasta hacer pequeños sobornos, como llevar presentes a la suegra
del administrador de la alcabala, a cuenta del concejo. En el 1578 tuvieron
que pedir espera en el pago y se obligaron a pagarla. Ese año firmaron
el nuevo encabezamiento que comenzaría en 1579[31].
Desde 1579 la villa
y tierra estaba encabezada en 600.000 mrs anuales por cinco años, el último
de los cuales se repartió de la siguiente manera :
La villa pagaba 476.000
mrs. de los cuales :
- la carnicería 60.000
- la abacería 21.000
- el queso, tocino
y sal 6.000
- heredades, mozos
y mosto 50.000
- forasteros 7.875
- reparto entre los
vecinos 331.620
San Agustín 54.000 mrs.
Revellinos 70.000 mrs.
El año de 1584 el rey
pide una prórroga del encabezamiento:
"abiendo su magt. pedido
a estos reinos el encabezamiento de las alcabalas por otros dos años segun
y de la forma y manera que abian andado los dos años pasados e ultimos
del encabezamiento".
Esta prórroga del encabezamiento
por otros dos años por la misma cantidad, ya empezaba a ser gravosa para
los vecinos de la villa y tierra, debido al declive demográfico y económico
que ya se había iniciado:
"Por estar nesçesitados
los vºs della e de los dichos lugares se recurrio por este conçejo para
rremediar lo suso dicho a la ciudad de Zamora para que se le hiziese alguna
quita de los seisçientos mil mrs que pago los dos años pasados, y vista
por la ciudad de Zamora, en cuyo partido consiste la dicha villa, se enbio
mandamiento para que la villa se encabezase por lo mismo y, no lo haciendo,
el corregidor de la dicha ciudad enbiaria administrador de las dichas
alcabalas, y por ebitar perjuizios e otras costas e pesadunbres de los
administradores que se podian seguir a esta villa y lugares se conformo
de hazer el dicho encabezamiento".
La alcabala debía ser
pagadas por todos los vecinos, pero en cada lugar su cobro tenía ciertas
peculiaridades. En concreto en Villafáfila, los clérigos no entraban en
el reparto que se hacía de lo que faltaba para pagar el encabezamiento.
En 1586, en el expediente que se hizo para la averiguación de las rentas
de la villa y tierra se hace mención a que
"en esta villa hay catorze
o quinze clerigos que es la mas gruesa de la hazienda y que no pagan alcabala".
En los años de crecimiento
demográfico y económico los encabezamientos beneficiaban a las villa y
ciudades, porque se repartía cada año entre más vecinos y la respuesta
de las ciudades con voto en cortes en 1561 es
"que no convenia cogerse
las dichas rrentas en fieldad por muchos perjuiçios e ynconbinyentes que
dello podia resultar"[32]
En situaciones de declive
demográfico y económico, el empobrecimiento de la gente provocaba emigración,
dificultad para el cobro y aumento de los costes. Al disminuir de hecho
la población, el reparto se tenía que hacer entre menos vecinos, incrementándose
la cantidad a pagar por cada uno de los que quedaba, lo que llevaba a
nuevos impagos y nueva emigración para huir de las deudas.
Eso es lo que ocurrió
en la última década del siglo. El encabezamiento por seis años desde 1590
ascendía a 609.000 mrs. anuales, más las costas, gastos y ejecutores que
oscilaban entre 20 y 30 mil mrs. La mitad aproximadamente de estas cifras
se repartían entre los vecinos para que pagaran proporcionalmente a sus
haciendas, tratos y grangerías. En 1590 se repartieron entre los vecinos
de la villa 301.269 y de todo sobraron para quiebras y costas 40.776 mrs..
En 1591 se repartieron 318.918 mrs., en 1593 ascendió el reparto a 345.885
mrs, seguramente por la caída de la parte de alcabala que se cobraba por
las ventas. En 1594 se repartió 162.869 mrs.y no se pudo repartir más
por ser mucha la pobreza de los vecinos y lo que faltó se buscó prestado.
En 1595 repartieron 347.136 mrs:
"y no hubo arto en lo
que dicho es para acabar de pagar la alcabala, y en el año 96 se repartieron
por la villa 57.783 mrs. que faltaban para acabar de pagar el 95. Se buscaron
prestados para acabar de pagar aquel año trescientos cuarenta y tantos
mil mrs y se deben. Solo se repartio la mitad entre los vecinos y aun
asi, solo se cobro la mitad con lo que se debia del repartimiento del
año 94"[33].
Con lo que el endeudamiento
iba aumentando cada año más.
Cuando acabó el periodo
de encabezamiento, en 1596, los vecinos no quisieron encabezarse por un
nuevo periodo de quince años, y se les puso administración directa. Los
administradores, para obtener unos ingresos suficientes, presionaban a
los vecinos, con penas y vejaciones, lo que hace que a la larga los concejos
se tengan que volver a encabezar, pagando cada año una mayor cantidad.
Era bastante infrecuente que los concejos se negaran a encabezarse, por
las presiones que para ello recibían de los corregidores de las capitales
de los partidos, en este caso del de Zamora, y la administración directa
de las alcabalas se efectuaba con el rigor dicho, para persuadir a los
vecinos de que era mejor encabezarse, pero la situación de Villafáfila
debía de ser tan crítica que era la única villa de la provincia sin ajustar
un encabezamiento. En abril de 1596:
"las diligencias que
se an hecho con las villas deste partido de Zamora que son a mi cargo
y como en suma todas ellas se an encabezado, aunque algunas no por todos
los quince años, eceto la de Villafáfila que por la imposibilidad que
dice que tiene no a querido en ninguna manera encavezarse por ningun tiempo
y asi yo le tengo puesto administrador para que de en ello el mejor cobro
que pueda" [34].
Desde enero de ese año,
había sido nombrado Pedro de Treviño como administrador de las alcabalas
de Villafáfila y manda pregonar
"que registren todos
los vecinos sus bienes que tienen al presente e de los que dellos vendiere
para que pague el alcabala".
Se registraron 208 vecinos
con sus bienes. Se averigua el vecindario y salen 265 seglares y 12 clérigos.
Éstos habían estado exentos del pago de alcabala, por los repartimientos,
pero el administrador envía al obispo de Astorga una provisión para que
remita mandamiento:
"que so pena de excomunion
estos clerigos juren e declaren si fuera de su patimonio venden y contratan
otras cosas para que dello paguen alcabala".
Hace una averiguación
de todo el vino encubado en las treinta y tres bodegas de Villafáfila,
siete en San Agustín y cinco de Revellinos. Realiza un auto contra los
comerciantes:
"al carniçero e al habazero
desta villa e personas que venden queso e azeite e pescado e tozino e
jabon e personas que tienen tiendas",
para que no maten de
noche ni de día, ni descarguen mercadurías sin dar antes aviso a los fieles
para que lo anoten en sus libros, para hacer las cuentas de las alcabalas.
Hace un registro en sus casas " y les busque sus casas alto e vajo e hize
abrir sus arcas". Manda que los libros de los fieles, que eran dos de
lo foráneo y dos para las ventas de los vecinos, estén claros y que registren
todo lo que matan o venden los comerciantes. Ordena, asimismo,:
"a todos los vecinos
desta villa e su tierra de qualquier trato e condiçion que vendieren en
la dicha villa e fueren a vender a fuera parte qualesquier ganados, pan,
trigo, zª e cnº e qualesquier otras mercadurias no las saquen ni las lleven
a vender ni las vendan sino fuere de dia y antes lo manifiesten a los
fieles y los que vendiesen casas y heredades y otras cosas raizes y muebles
las manifiesten y hagan las ventas e conpras y obligaçiones ante los escribanos
publicos desta villa"
En los tres tercios
del año se hace un registro exhaustivo de todas las ventas, desde tierras
o casas hasta huevos o mantas, y se cobra el diez por ciento de alcabala.
Se abren diversos procesos por fraude y ocultación, por los que se hacen
diversas condenaciones a vecinos de la villa y tierra.
El valor de las alcabalas
en administración fue:
|
1596 |
1597 |
Villafáfila |
302.002 mrs. |
465.614 mrs. |
San Agustín |
37.805 mrs. |
62.475 mrs. |
Revellinos |
36.624 mrs. |
56.825 mrs. |
Condenaciones |
41.728 mrs |
25.465 mrs. |
TOTAL |
418.159 mrs. |
610.379 mrs. |
Costas |
44.287 mrs. |
67.614 mrs. |
Líquido |
373.872 mrs |
542.765 mrs. |
La presión fiscal efectiva
por el impuesto de alcabalas en el año 1596 fue menor, debido a la mala
cosecha del 95, y el reparto más equitativo, pues los vecinos pobres pagaron
muy poco o nada, porque nada vendían. En el año 1597 la cantidad de mrs.
pagados por los vecinos fue similar al valor del encabezamiento de 1590
- 1595, pero la cantidad a pagar por la villa y tierra fue algo menor,
pues en los años del encabezamiento, había que añadir más de 20.000 -
30.000 mrs de gastos de cobranza y otras costas. Para la hacienda real
el valor líquido de las alcabalas era menor que en los años del encabezamiento,
pues las costas se tenían que detraer de lo cobrado, de ahí el interés
porque en lo sucesivo se siguieran encabezando[35].
En 1597 el concejo recibe
carta del Rey para que se encabezasen por quince años a lo mismo que en
el año de 1595, pero la respuesta del concejo vuelve a ser negativa:
"que esta villa y su
tierra esta tan pobre y necesitada a causa de la esterilidad del tiempo
y sobra de langosta que abido de cinco años a esta parte que faltan mas
de la mitad de los vecinos y los que an quedado son tan pobres y necesitados
que no pueden pagar la cantidad de maravedis que deben del encabezamiento
pasado de los dos tercios del año de 95 a cuya causa se an seguido y siguen
muchas costas de los ejecutores que vienen a la cobranza y no se puede
remediar por ser tanta la pobreza y ansi esta villa se ha juntado en concejo
para ver si se quieren encabezar y aunque es voluntad de servir a S.Mt
con todas sus fuerzas dizen que no se pueden encabezar ni pagar encabezamiento"[36].
Ese año vino provisión
del corregidor de Zamora para que se buscaran los padrones de los años
1590-1595. La información que resultó no pudo ser más explícita, tanto
en Revellinos:
"para que conste al
rrei nuestro señor la pobreza de la villa y tierra y de la disminucion
en que a benido... rescibio juramento de Juan Herrero vecino de Revellinos
que dixo ser de edad de cinquenta e tres años poco mas o menos y de Florian
Garcia de edad de quarenta y un años y dixeron que, quando la villa de
Villafáfila se encabezo y los lugares de su jurisdicion en el encabezamiento
proximo pasado ( 1590 ), tenia este lugar de Revellinos cosa de sesenta
vecinos, poco mas o menos, y casi todos labradores de un yugo y de dos
de bueyes que todos estaban azendados y, rrespecto del tienpo presente,
rricos y que agora no ai mas de 24 vecinos con el cura y no ay entre ellos
mas de catorze yugos, treze de bueyes y uno de mulas y ansi huelgan mucha
cantidad de tierra porque no ai con que labrarla ni quien la arriende,
que los demas vecinos que no tienen labranza unos son trabaxadores para
quien se lo paga y otros sirben amos fuera de la jurisdicion en los lugares
comarcanos, y que estan caidas y sin moradores mas de treinta casas que
se an muerto sus dueños y idos e porque durante el encabezamiento los
mas de los años an sido mui esteriles de tienpo y abundantes de langosta
que destruyo los frutos, y ansi se acabaron muchas labranzas y unos vecinos
se fueron y otros se murieron como dicho es que como no se podian sustentar
y se beian con deudas se iban a buscar su bida a otras partes, y los demas
binieron a servir y a mucha pobreza .. y que durante el dicho encabezamiento
an pagado cada un año sesenta y siete mil e quinientos maravedis que era
grande suma para segun la posibilidad y que esto no se a repartido por
ventas sino por haziendas y algunos pagaban sin aber vendido nada y otros
pagaban mucho mas que podian deber de diez uno y ansi se causaban muchas
costas con los executores que benian de la ciudad de Zamora, a causa de
que no tenian de que pagar ni se les hallaban bienes, y ansi se hechaba
mano de los que tenian algo y les tomaban de sus bienes y les hacian pagar
por los demas ... que no ay ninguno de los vecinos que no este menesteroso
y alcanzado y que los mas son mui pobres y otros son vecinos en alguno
de los lugares de la comarca fuera de la jurisdiçion en Salinas y Vidayanes";
como en San Agustín:
"Pedro Suena vecino
del lugar de San Agustín despues de haber jurado en forma siendo preguntado
dijo ser de edad de cinquenta años, y que lo que sabe es que este lugar
de San Agustín esta muy perdido y menoscabado de lo que solia ser que,
por el tiempo que se encabezó la villa de Villafáfila y sus aldeas en
el postrero encabezamiento, abia en el dicho lugar cosa de cincuenta e
cinco vezinos y que agora no ai mas de beintitres con el cura y antes
estaban todos los vezinos rremediados que abian sido mexores los años,
y abia en aquella saçon cincuenta yugos de labranza y no ai agora mas
de veinte yugos y estan muy pobres los vecinos por raçon de la langosta
que les a destruido, que en dos años no supieron que cosa era hazer verano,
que la langosta lo destruia y derribaba todo y, como en el dicho lugar
no ay otros tratos ni granjerias sino es la labranza, y les faltaron dos
cosechas ni tenian para comer ni para senbrar ... y unos se murieron y
otros se fueron del lugar porque no se podian sustentar y ansi estos como
los que quedaron ubieron de bender sus labranzas y açiendas para remediarse
... y para pagar çincuenta e dos mill maravedis que les tocaban del encabezamiento
se cobraban con mucho trabajo unos se fueron con deudas y miseria a buscar
donde pasar la bida en otras partes ... y no ai mas de veinte yugos de
labranzas que por aver estado y estar la gente tan necesitada se han desecho
dellas para pagar deudas y comer por la pobreza grande que abia"
Lo mismo acontecía en
la villa:
"En la villa de Villafáfila
a cinco dias del mes de março de mill e quinientos e nobenta e siete años
Francisco Rodriguez, alcalde ordinario, para que mexor se cumpla la rreal
probision i el rrei nuestro señor sea serbido, hiço llamar a conçexo para
dar parte a los veçinos de esta villa y se hizo soltar el relox y no se
juntaron casi nada de jente y ansi no se pudo haçer conçexo,... en cunplimiento
della y para haçer informaçion de la ruina y pobreza en que a benido esta
villa,... no se pudo haçer conçexo por ser dia de labor y andar la xente
en el canpo aunque era bien de mañana cuando se llamo,... que quando esta
villa de Villafáfila se encabezo en el encabezamiento pasado avia cosa
de quatroçientos veçinos poco mas o menos sin las aldeas y avia mas de
zien yugos de bueyes i mulas de labrança, i save que no ai al presente
mas que duçientos y treinta veçinos poco mas o menos i que de las quatro
partes dellos las tres son jente jornaleros y pobres y de la otra parte
los diez son clerigos y el uno libertado, y que no ai al presente mas
que quarenta y tres o quarenta y quatro yugos, por lo qual huelgan gran
cantidad de tierras, i que se solia labrar todo el termino y aun salian
a los terminos convecinos, ... y como debiese esta villa mucha cantidad
de dineros al rrei nuestro señor aun de la rremedida de las tierras valdias
y de millones y de alcabala. que se paga en cada un año seisçientas i
nueve mil maravedis por el encabezamiento. no podia la xente acudir a
todo que no tenian con que, por lo qual se hizieron y causaron muchas
costas, ansi con las personas que binieron de la villa de Madrid a la
cobrança, como con los alguaçiles de Çamora, y ansi an benido a tanta
pobreza que en muchas casas entraban a sacar prendas y no las allaban
y bendian las labranças para pagar deudas y sustentarse y otros veçinos
se fueron del lugar a buscar sus bidas donde mas comodidad hallasen ...
y no ay treinta que se pueda deçir que tengan de comer y los otros son
jornaleros y biudas y jente pobre.... que en dos años no se coxio pan
y en otros dos años fue poco lo que se coxio a causa de averse senbrado
poco por estar la xente muy neçesitada y alcançada y en tanto grado, que
muchos bendieron las labranças para comer y otras neçesidades, y era tanta
la miseria que llebaban a bender la ropa de lana y lino y hasta los vestidos
y costales y otras alfaxas a la ciudad de Astorga y a la villa de La Bañeza
y a otras partes para traer pan que comer y forzados de la neçesidad lo
daban por mucho menos de lo que balia, y este testigo para pagar la alcabala
que debia dos mill maravedis bendio un buey y para senbrar y otras cosas
le fue nesçesario bender dos bueyes y se quedo sin ninguno ... muchos
veçinos se fueron a bibir a otras partes neçesitados de deudas y desbenturas
y otros se murieron ... i que en el tienpo de agora de las tres partes
del terrazgo que ay en esta villa huelgan las dos que no se sienbran por
no aver labranças y posibilidad y a seis o siete años que se senbraba
todo y aun no habia harto en el termino para los labradores que habia
a la saçon y ansi muchos labraban en Salinas, Muélledes y Valle, terminos
conveçinos ...y mas de veinte veçinos tenian a dos yugos de mulas cada
uno y otros muchos labradores a dos y a tres yugos de bueyes y el que
menos un yugo que muy pocos o ninguno avia que tuviesen una cabeza sola
y que los jornaleros de aquel tienpo tenian mejor que comer que los labradores
de agora .... y que en el tienpo presente mirados callehita no hallarian
mas de doscientos treinta y tantos veçinos i los diez u onçe son clerigos
... que para el pago al rey nuestro señor de cantidad de dineros que se
le debian de la rremedida de las tierras valdias y ansimismo de alcabala
y millones y pecho, era forçado ir por las casas y sacar bienes y en muchas
casas no abia que sacar sino las mantas de la cama y aun esas biexas y
rrotas por donde se causaban muchas costas en la cobrança , ... se acuerda
aver visto en esta villa cinco alguaçiles juntos en un dia en el meson
y que todos estaban haçiendo costas a la villa, los tres de la ciudad
de Zamora, uno por pecho, otro por millones y otro por alcabala, y los
otros dos heran de la corte y estaba uno a la cobrança de un terçio de
la rremedida y otro por otro terçio, i solo en este particular de la rremedida
sabe que se hiçieron de costas en un año cosa de ziento veinte mill maravedis,
que no abia de que poder pagar y ansi se detubieron mucho los deligençieros
... y uvo un veçino que tenia çinco cabeças de ganado mayor de labrança
y como le faltaron las cosechas de pan, que es el trato que en esta villa
se tiene, le fue necesario venderlas y a benido a ser guarda de los panes
y de las viñas"[37].
(cuadro 4)
En el año 1598 vino
a la villa a hacerse cargo de la administración Fco de Brizuela como nuevo
juez administrador de las alcabalas, pero tampoco consiguió que la villa
se encabezase pues en julio de 1599 comunica al Consejo de Hacienda:
"por la pasada di aviso
a Vt m. como no quedaba lugar por encabezar en los partidos de Ciudad
Rodrigo Salamanca, Toro y Zamora si no era Villafáfila, la qual esta tan
acabada que le faltaban mas de la mitad de los vºs" .
Los tiempos no eran
buenos ni para los administradores pues Fco de Brizuela dice que está
enfermo y se queja de la carestía de la vida en estos reinos:
"y que anda por todos
estos partidos baliendo sienpre el pan a dos reales y la zebada y el zenteno
el zelemin a tres reales"[38].
Villafáfila continuaba
siendo la única villa sin encabezar y eso, a pesar de los perjuicios que
a los vecinos se seguían de la administración directa por:
"las grandes molestias
y trashordinarias bexaçiones que el dicho administrador les començo a
hacer diferentemente y con mas rigor que otras veçes".
El valor de las alcabalas
en administración directa no conseguía llegar a las cifras del anterior
encabezamiento, a pesar de los abusos e ilegalidades en que incurrían
los administradores para incrementar los ingresos:
"En Zamora a tres de
octubre de 1599: Balio en administracion el año 98 Villafáfila 425.634
mrs. y las aldeas 114.375 mrs. en total 540.009 mr. de forma que, si no
fuera porque la persona que la administraba cobraba de todo lo que se
contrataba fuera de la villa, el alcabala no valiera con zincuenta mill
mrs. lo que ha valido, que esto no se deve conforme a justª; an hecho
postura dos o tres vecinos de dar por tres años por las dichas alcabalas
de la dicha villa en cada un año quatrocientos veynte y nueve mill mrs.
que la dicha villa no se atrevio a hacer la dicha postura por no tener
pusibilidad, aunque de mi fue muchas veces persuadida y las aldeas pagan
desde prinzipio deste año ciento y diez mill mrs." .
Los del Consejo de Hacienda
mandan un oficio al corregidor de Zamora para que:
"envíe al concejo a
ver si se quieren encabezar el año de 1600 en los mrs. que solían andar,
por excusar las administraciones y si no se encabezaren les diga si se
quieren encabezar por algo menos, no bajandoles sobre el precio en que
las uvo concertado el dicho Fco de Brizuela, y entre tanto que se hacen
las dichas diligencias traigan al pregon las dichas alcabalas de diez
uno por si abra alguien que las quiera arrendar".
Pero tampoco los vecinos
se encabezaron ni hubo quien las arrendase. En noviembre de 1599 la respuesta
del concejo es:
"que esta villa quisiera
tener pusibilidad como tiene voluntad de servir a s.m.como ha hecho siempre,
pero como es notorio esta tan acabada... y lo mucho que pagan de los demas
tributos a su mgt. y las ruines cosechas y falta de todas las cosas en
general de los años pasados y deste presente es causa de no se poder encabezar
en el precio que andaba ni aun mucho menos si no es que la baja fuese
tan grande para reducir en alguna manera esta villa a algºs mas fuerzas
para poderla llevar para adelante y servir a su magestad sin que cada
año vaya en mas pobreza y quiebra"
Posteriormente se les
rebajó hasta 440.000 mrs., y
"el conçejo dijo que
se las diese por tresçientas mil porque no daran un maravedi mas y si
no que vaya adelante la administraçión".
Después trató con las
personas que las habían querido arrendar a Francisco de Brizuela y luego
se volvieron atrás, por si quisieran de nuevo tomarlas, dando el precio
que sea, bajándoselas poco a poco hasta el precio que por ellas daban.
Al día siguiente llamó a Antonio Vázquez de Yebra y a Luis de Castro,
dos de los vecinos con más hacienda de la villa, que habían sido los que
habían ofrecido 429.000 mrs. a Francisco de Brizuela y les dice:
"que agora que la villa
estaba con mas comodidad y tiene mucho senbrado respecto de aber cogido
buena cantidad de pan, diesen algo mas por las dichas alcabalas"
y desde la cuantía de
450.000 mrs. fue bajando hasta 430.000, pero respondieron que no querían
arrendar por mucho ni poco:
"y que la postura que
la vez pasada hizieron ( enero 99 ) fue por aceleramiento y a causa de
las grandes vexaziones y molestias ytrashordinarias e nunca vistas diligenzias
que con ellos en particular hiço y açia el administrador cosa nunca vista
en otras administraçiones y tanbien porque los tenporales y cosechas deste
año yban tan demostradas que prometían grandisima abundancia aunque despues
no fue lo que se penso.... y la villa y los vezinos estan en mucha mas
quiebra que entonces, que con las grandes enfermedades deste año se han
muerto muchas personas y de las mas inportantes".
A pesar de su respuesta
negativa, les quería obligar a tomarlas por tres años a razón de los 429.000
mr / año.
El propósito de los
del consejo de Hacienda era desentenderse de la administración directa,
por los muchos gastos que originaba, y, si no lograban el encabezamiento,
forzar a algún vecino o forastero a que tomase las alcabalas en arrendamiento,
pero a pesar de los intentos vistos no se encuentra quien las arriende
aduciendo que:
"al presente tienen
grandisima y notable quiebra mas que quando ellos las pusieron respecto
de las enfermedades y muertes estrahordinarias que a avido en esta villa
y su contorno los dias atras ( antes del 13-XI ) y an faltado algunos
veçinos y de los mas ricos que avian de ayudarles a la paga y admynistraçion
como fueron don Fco de Robles, Doña Antª de Losada, Xbal Magaz, Felipe
García, Fco Rodríguez, Alonso Martinez, Pº Seco y otros". Si les obligan
a ellos a administrarlas a ese precio sería: " dexando totalmente sin
fuerças y sustançia para adelante la dicha villa e vzºs della lo uno por
el rigor con que se abra de administrar, especialmente con los pobres
y quien no fuere jente granada, a quien no se le tiene tanto respeto,
por no perder ellos en el dicho arrendamiento sus haziendas y lo otro
es que en esta villa ay muchos hidalgos y otra jente rica y granada que
son los que pagan y hazen casi todo el alcabala, ... se yrian a bibir
a otros lugares donde tienen tanbien hazienda que estan encabezados de
muchos que hay junto a esta villa de donde labraran y beneficiaran la
haçienda que aqui tienen y se desabezindaran della de todo punto, de manera
que seria dar lugar a muchas desordenes y alborotos de manera que, aviendose
ido de la villa los susodichos que son los que la tienen en pie y sustentan,
sus pocas fuerzas quedaria de todo punto sin vºs, sin tratos, ventas ny
granjerias y no baldrian despues las alcabalas cient mill mr".[39]
Ante la negativa de
estos vecinos de arrendarlas, mandaron que se dieran tres pregones en
Villafáfila y otros tantos en la ciudad de Zamora, por si había alguien
que las quisiera arrendar, sin obtener resultado favorable.
El primer tercio del
año 1599 lo llevó y cobró el dicho administrador, el 2º tercio, el tesorero
de Zamora y el tercero estuvo en administración. Los dos primeros tercios
del 99 valieron con las condenaciones 258.970 mr,
"el tercio primero valio
poco respecto de la necesidad de pan y otras cosas que ubo entonces".
Ante la imposibilidad
de encabezamiento ni de arrendamiento, la repuesta de Consejo de Hacienda
es :
" Madrid 14 -1- 1600
: procurad encabezar esta villa y si no que se arrienden en lo mas que
pudieredes a algun particular y escusar en quanto fuere posible fieldades"
.
Pero todo ese año tuvo
que andar la villa en administración. En 1601 se comenzaron a administrar
hasta que esta villa se encabezó en precio de 450.000 mrs. por todo el
año:
-Villafáfila: |
450.000 mrs |
Carnicería |
80.000 |
Abacería |
36.000 |
Vino de acarreo |
51.500 |
Foráneo |
9.000 |
Tocino, queso, jabón y sal |
10.000 |
Total |
186.500 |
Repartir |
263.500 |
-Revellinos: 56.000
mrs.
Les reparten a discreción
a cada uno como les parece y se quexan de que pagan de siete uno y lo
tienen por bueno por quitar las molestias de administradores de diez uno
que tuvieron los años pasados por no se encabezar.
-San Agustín: 54.000
mrs.
Se repartió por las
haciendas, frutos y aprovechamientos que cada vezino tenía a discreción"[40].
b)- De la influencia
que tuvo, en la situación demogáfica y económica de finales del siglo,
el nuevo servicio de millones, impuesto creado en 1591, para lo que se
hizo el censo general de toda la Corona de Castilla, pocas noticias he
encontrado relativas a Villafáfila. Sabemos que gravaba los artículos
de consumo, y que se repartía entre todos los vecinos, sin exclusión de
hidalgos o clérigos.
Como tada creación de
nuevos impuestos debió de incidir negativamente en la situación económica
de los súbditos, pero en este caso su introducción en unos años de incremento
de la presión de otros impuestos y de malas cosechas contribuyó a la ruina
de los pueblos.
La cuantía del impuesto
para Villafáfila era de 250.000 mrs. cada año:
"averseles repartido
aora de nuevo duzientas y zinquenta mill maravedis cada año de los millones",
que equivalían a más
del 40% de lo que venían pagando de alcabala. Este brusco incremento de
la presión fiscal provocó la ruina o el endeudamiento de algunos vecinos,
con la consiguiente imposibilidad de su cobranza y las costas añadidas
a cargo de los deudores, a los que tenían que embargar sus bienes:
"que para el pago al
rey nuestro señor de cantidad de dineros que se le debian de la rremedida
de las tierras valdias y ansimismo de alcabala y millones y pecho era
forçado ir por las casas y sacar bienes .... se acuerda aver visto en
esta villa cinco alguaçiles juntos en un dia en el meson y que todos estaban
haçiendo costas a la villa los tres de la ciudad de Zamora uno por pecho
otro por millones y otro por alcabala"[41].
c)- La venta de la tierras
valdías y concejiles: En Villafáfila desde el siglo XV y primera mitad
del XVI se roturaron tierras concejiles, algunas procedentes de antiguos
despoblados. Se repartían entre los vecinos por quiñones, anualmente,
sin pagar nada por su explotación o para el arrendamiento de las mismas
en favor de los vecinos a los que le habían cabido en suerte.
Hasta mediados del siglo
XVI, el disfrute de las tierras concejiles era vitalicio, e incluso se
hacía extensivo a la vida de la viuda. Así en 1490:
"cuando fallesçio Yvan
de Collantes tendria treynta cargas de tierras conçegiles y se las dieron
a María Vázquez porque es costunbre en esta villa que quando faslleçe
el marido las tierras quedan a la mujer si quiere y tiene labrança y asi
se guarda de diez veynte treynta e cuarenta años a esta parte"[42].
En 1546 se dice en un
pleito sobre tierras concejiles:
"que desde quarenta
e çinco años que este testigo se acuerda el conçejo, justiçia ,regimiento
e vezinos de la dicha villa de Villafáfila todas las vezes que an repartido
e rreparten las tierras y heredades conçegiles entre los vezinos e moradores
della"... "en el año de quarenta e quatro yendo el conçejo e regimiento
a hazer las suertes de las tierras y heredades conçegiles"... "que syendo
el dicho Texado alcalde este testigo de como fue reçien casado ( hacia
1518) le dezia: señor por que teneys vos tantas tierras conçegiles e no
me quereys mandar dar a my algunas tierras para labrar pues tengo un par
de mulas; el qual le dezia que quando este testigo fuese de su tienpo
tendria tierras conçegiles como el"... " y lo que cabe a cada labrador
es tres quyñones y medio en el primero año".
Desde 1530 aproximadamente,
el usufructo deja de ser vitalicio y se reparten anualmente:
"que los quiñones e
tierras conçegiles que se reparten entre los vezinos de la dicha villa,
se aprovechan dello los vezinos dela dicha villa como quieren e por bien
tienen, labrandolas e arrendandolas, pasandolas unos en otros como quyeren
e por bien tyenen por el tienpo que dura el dicho repartimyento y que
se a usado asi de ochenta años a esta parte, ... de doze o quynze años
a esta parte poco mas o menos se a usado e acostunbrado en la dicha villa
de Villafáfila que los quyñones de tierras conçegiles que se reparten
entre los vezinos de la dicha villa se aprovechan dellos los vezinos por
aquel año como quyeren e por bien tyenen labrandolas o arrendandolas e
traspasandolas de unos en otros como quyeren e por vien tyenen por el
tienpo que dura el dicho repartimyento, ques un año porque luego a otro
año se tornan a partir otras tierras que caen a otra oja y asi cada un
año e que antes deste tpo que no se usaba de la manera que dicho tiene,
syno que se repartian las dichas tierras asi como casava uno le daban
que senbrase y este las tenya por toda su vida e asi desta manera se a
usado e acostunbrado... de quynze o veinte años a esta parte"[43].
En 1555 se entabló otro
pleito entre varios vecinos por la forma de repartir los arrotos concejiles,
pues se quejaban de que en el reparto había favoritismos por parte de
los regidodes con sus deudos y parientes[44].
Este disfrute gratuito
de las tierras propiciaba un desahogo económico a los vecinos porque no
habían tenido que desembolsar dinero en su adquisición, además de no estar
sujetas a enagenación con la consiguiente acaparación de las mismas por
los vecinos ricos y tampoco estar sujetas a cargas como censos, foros
o aniversarios que gravaban las haciendas particulares. Además los quiñones
que sobraban de los repartos se arrendaban y la renta servía para los
gastos del concejo.
La venta de tierras
valdías, realengas y concejiles se inicia antes de 1570 por parte del
cancejo para poder pagar algunas deudas:
"que por no averse podido
conplir con los gastos y encargos que la dicha villa de Villafáfila tiene
fue nezesario venderse y se an vendido treszientos ducados de terrenos
de lo publico y conzegil e se a vendido a particulares de la dicha villa"[45]
y por el señor de la
villa antes de 1584:
"el marqués de Távara,
antecesor del que ahora es, vendio a algunos vecinos de Villafáfila, tierras
en cantidad de 611.875 mr. y pretenden que les fueron bien vendidas"[46]
Cuando Pedro de Guevara,
juez de comisión para la venta de tierras valdías, realengas y concejiles
en Villafáfila y otras villas del partido de Campos, procede a la venta
de las mismas por comisión real, no se trataba de nuevas tierras valdías
que se venden para ponerlas en cultivo, sino que eran las conocidas tierras
concejiles, ya explotadas, cuya superficie asciende a 1.512 cargas ( 1.278
más 234 remedidas en 1591), que equivalían a un tercio del total de la
tierra cultivada en la villa.
Cuando llegó la orden
de venta al mejor postor, los vecinos pretendieron que se les adjudicaran
a ellos para repartirlas entre todos los labradores y la representación
de los vecinos de Villafáfila le piden que se acepte la puja del concejo,
porque si no:
"el concexo e vezinos
se perderia y despoblaria por no tener otras tierras para labrar y porque
la voluntad de su magestad no debe ser que los pueblos se pierdan suplicamos
a vuestra merced mande se nos rematen al prezio que le tenemos puesto".
El juez de comisión
comunica a los del Consejo de Hacienda:
"que la mayor parte
de los vezinos desta villa son xente de poco caudal y que solo tiene alguno
mui pocos particulares della para quien se presume que aunque con el color
de voz de conçexo pretenden las tierras concexiles de que tratan en la
dicha petición e porque las dichas tierras son muchas e de mucho valor
y pocas las que los dichos vezinos en general podran comprar".
Primeron pujaron por
1.500 mrs., uno de Villalón por 2.000 mrs. y otro de Villalpando por 3.000
mrs. La postura final por las 1.278 cargas de tierra fue de 4.535 mrs./
carga sumando un total de 5.796.379 mrs. De ahí sacaron los prometidos
que fueron 823.400 mr equivalentes a 181 c. y 1/2. Pagaron 102.000 msr.
al contado para los salarios del juez y oficiales y se obligaron a pagar
a su magestad los 4.852.219 mrs. restantes. El juez le pide que afiancen
esa obligación personas de solvencia, y lo hacen 45 vecinos que es a los
que les hace la carta de venta. Estos vecinos, que eran los que verdaderamente
tenían caudales, pretenden quedarse con las tierras, alegando que ellos
son los que exponen su capital en las fianzas que han hecho de la obligación,
pero los labradores pequeños reclaman un reparto equitativo[47].
En enero de 1585 se
procede por orden de S.M. a la adjudicación de las tierras valdías, concejiles
y realengas:
"dando a cada uno las
suertes que le caben ansi al pobre como al rrico...por mandado de S.M.
se mandaron bender los dichos baldios y vino un juez y tomo los dichos
baldios y los puso al pregon... y en concejo abierto se dio poder a ciertas
personas para que tomasen y comprasen para todos los vecinos todas las
tierras y que no saliesen desta villa ... y agora los dichos señores no
guardan la ygualdad que se a guardado dando a unos mas que a otros mayormente
a los ricos que lo lleban casi todo y dexan a los labradores pobres sin
nada, de manera que si ubiese de ir adelante, el pueblo quedaria sin vecinos
y muy arruinado y seria en gran daño y quiebra para S.M. y Hacienda"[48].
Después de la protesta
de otros vecinos las reparten entre todos y el juez les dio carta de venta
fiadas las dichas tierras por tres años, y por no tener el dicho concejo
propios ni rentas ni otra parte de donde poder pagar por los prometidos
los 823.400 mrs, consintieron que se pagasen en tierra, pero en 1588,
cuando finalizó el pago de los tres plazos anuales por las tierras vendidas
en 1584, enviaron petición al Consejo de Hacienda diciendo que querían
pagar los dichos mrs. a los plazos marcados y que les restituyan las dichas
cargas de tierra, situadas en La Loma en el pago de Los Prometidos[49].
La medida de las tierras
efectuada en 1584 no fue fiel y se hicieron averiguaciones al particular,
forzadas por las necesidades hacendisticas crecientes, por lo que en 1591
se volvieron a medir todas las tierras valdías, porque habían sido medidas
a la baja y con la superficie sobrante de la remedida se hicieron quiñones
que se volvieron a vender a los vecinos. Se halló una demasía de 234 cargas,
1 fanega y 168 palos, a los que se rebajó las linderas quedando líquidas
228 cargas, que se ponen a un precio de 4.535 mr, igual que las anteriores.
El nuevo juez de valdíos, comisionado por S.M. para la remedida, D.Fernando
Guerrero de Avilés, les apremia al pago o a hacer carta de obligación
por parte del concejo. Los vecinos piden que se les rebaje el precio alegando
que las tierras:
"eran de poco valor
y en parte salinares y estériles que no se podían arar ni rromper por
su grande esterilidad",
y hacen manifiesta su
precaria situación :
" estan danificados
y por tener grandes nezesidades por aver servido como de ordinario lo
ha fecho a su mgt ... con las quales cosas estan tan fatigados e devilitados
que aunque quieran cumplir contra la obligazion que tienen fecha les es
ymposible por su mucha proveza y neçesidad y porque su voluntad del rrei
nuestro señor no es querer danificar los pueblos antes hazerles merced
como siempre suele, a V.md. pido y suplico sea servido atento lo rreferido
y a que dichas tierras son de muy poco valor y que dicho conçejo mi parte
esta leso ynormisimamente, como dello ofrezco ynformaçion, siendo nesçesaria,
sea servido de moderar de los quatro mill e quinientos maravedis y las
vuelva a vender de nuevo por lo que valen, sin que se haga agravio a nadie
que su voluntad del rrei nuestro señor es darlas a los conçejos por su
justo valor, haçiendo merced a sus subditos y natturales como se a fecho
con otros lugares comarcanos do no an servido a su mag.como lo a fecho
el dicho conçejo mi parte, que en ello vª md. hara lo que deve y es obligado
cumpliendo la voluntad del rrei nuestro señor, en otra manera sintiendome
agraviado en el dicho nombre y demandarnoslas tomar a tan exçesivo prezio
pues no se puede cumplir de parte del dicho conçejo y, si se obligaran,
allende que no pagaran, se yermara la dicha villa y vendria en gran rruina,
apelo para ante el rrei nuestro señor so cuya protestazion pongo esta
causa y vezinos y ombres buenos de la dicha villa e pido que durante que
por su magestad se provehe en el caso lo que su rreal magestad fuere servido
no se procedera por vuesa merced a molestar a el conçejo mi parte ...
que desde luego me ofrezco a complir lo que su rreal consejo determine
de quien la citada villa espera el rremedio para tan gran nezesidad como
de presente tiene"[50].
Acordaron que de momento
paguen 300 Ducados y lo demás en tres años . Se agravian de nuevo los
de Villafáfila porque, como estaban repartidas entre los vecinos, había
muchas linderas entre ellas y se habían incluido en la medida, y piden
que le rebajen 20 ó 30 cargas. El juez les baja las 6 cargas 1 fanega
y 168 palos quedando 228 cargas que vendidas a 4535 mrs. da un total de
"un quento treinta e
tres mill e duzientos e ochenta mr.",
que es lo que efectivamente
tienen que pagar en los tres años siguientes en tres tercios cada año.
El desembolso total que tienen que hacer asciende a 6.829.659 mrs.entre
1585 y 1594.
Las dificultades para
hacer frente al pago de los plazos debido a la pobreza en la que iban
cayendo muchos vecinos, trajo consigo muchas costas de ejecutores y alguaciles
que venían a la villa a apremiar al pago a los deudores y hacer ejecución
en los bienes de los mismos:
"y los otros dos heran
de la corte y estaba uno a la cobrança de un terçio de la rremedida y
otro por otro terçio i solo en este particular de la rremedida sabe que
se hiçieron de costas en un año cosa de ziento veinte mill maravedis que
no abia de que poder pagar y ansi se detubieron mucho los deligençieros
.... y como debiese esta villa mucha cantidad de dineros al rrei nuestro
señor aun de la rremedida de las tierras valdias"[51],
y obligó a muchos vecinos
a endeudarse, tomando dinero a censo sobre dichas tierras con las consiguientes
cargas financieras para el futuro. Es más, parece que ya antes de la adquisición
habían recibido dinero del cabildo eclesiástico y de otros clérigos para
que adquirieran nominalmente las tierras e inmediatamente las pusieran
a censo en favor de los mismos. Así tenemos noticias de varias ventas
en 1585:
"de las tierras que
me cupieron e fueron adjudicadas de las tierras valdías que se compraron
a su magestad "
y otras de diferentes
vecinos a la iglesia de San Andrés, y diversos censos en favor del Cabildo
que se hacen sobre los quiñones en los años siguientes a 1591[52].
3- El aumento de
la mortalidad, entre otras causas, por la peste:
El incremento de la
mortalidad es una de las situaciones que siguen a las años de malas cosechas.
En la década final del siglo XVI se incrementó sustancialmente la mortalidad
ya desde antes de la gran epidemia de peste de 1599. En el año 1597 el
obispo de Astorga en su visita pastoral a la villa se quejaba de:
"atento a que vio por
vista de ojos que los hospitales de esta villa cumplen mal y por no aver
hospitalidad en esta villa se an muerto pobres algunos por las calles
y algunos sin confesión ni sacramentos ..." [53].
De los 277 vecinos que
figuran en el padrón de 1596 habían fallecido 45 cuando se hizo el la
revisión del mismo en 1598[54], lo que nos da una idea del número de fallecimientos en toda la villa,
antes de la llegada de la peste del 99, que fue el año de mayor incidencia
de muertos, sobre todo adultos.
El aumento de la mortalidad
era uno de los argumentos que esgrimían los vecinos a finales de 1599
para no encabezarse en las alcabalas:
"y la villa y los vezinos
estan en mucha mas quiebra que entonces ( enero 1599 ) que con las grandes
enfermedades deste año se han muerto muchas personas y de las mas inportantes"
... " al presente tienen grandisima y notable quiebra mas que quando ellos
las pusieron respecto de las enfermedades y muertes estrahordinarias que
a avido en esta villa y su contorno los dias atras ( 13-XI ) y an faltado
algunos veçinos y de los mas ricos que avian de ayudarles a la paga y
admynistraçion como fueron don Fco de Robles, Doña Antª de Losada, Xbal
Magaz, Felipe García, Fco Rodríguez, Alonso Martinez, Pº Seco y otros"
.
No tenemos series de
datos de defunciones en esos años de las parroquias de la villa salvo
de la de San Salvador. En ellos vemos un incremento de la mortalidad en
el quinquenio 1590 - 1594 con un pico en el año 1591, con una mortalidad
relativa de 33 difuntos / 375 vecinos. El quinquenio 1595 -1599 la mortalidad
absoluta tambien es alta con el pico máximo en 1599, pero tenemos que
tener en cuenta que la población de la villa había disminuido notablemente
con una mortalidad relativa de 34 difuntos / 230 vecinos. Este año fue
con mucho el más dramático por la llegada de la peste que afectó a una
población ya diezmada, por el hambre y la miseria, afligiendo sobre todo
a los adultos. El libro de difuntos de San Salvador deja nota del primer
fallecido por peste fue un niño de 4 años, que falleció el 21 de Mayo,
pero unos días antes había fallecido un hermano que era estudiante y que
probablemente fallecería del mismo mal. A la semana fallecían una mendiga
de Sanabria y su hijo. El día 17 de Septiembre se registra "la postrimera
que murió de peste en este barrio". La parroquia de San Juan que había
empezado a registrar en octubre de 1598, durante el año siguiente registra
22 feligreses fallecidos de un total de 74 vecinos, y 9 pobres en el hospital.
Entre las victimas, aunque no figura la causa, se cuenta al médico de
la villa, el doctor Juan de Fermoselle.
A su vez los nacimientos
van descendiendo y de tener un saldo vegetativo positivo hasta 1586, a
partir de ese año todos presentan un saldo negativo, lo que va acentuando
la pérdida de vecindad y dejando hipotecada la villa para las siguientes
generaciones.
(, cuadro 5,
cuadro
6 y cuadro 7)
4 - las guerras:
Los vecinos de Villafáfila
también participaban en las guerras que tuvieron lugar durante el reinado
de Felipe II bien directamente con gente de armas como los hidalgos que
lo habían venido haciendo desde la Edad Media, o como soldados de fortuna
a falta de mejores expectativas. En los años finales del reinado se produjeron
la guerra de sucesión al trono de Portugal y las campañas contra Inglaterra
de las que destacó la Armada Invencible, y en ambas sirvieron los de Villafáfila:
"por aver servido como
de ordinario lo ha fecho a su mgt. en las guerras ansi de Portugal como
de Ynglaterra con xente de a pie y de a caballo en que han consumido e
gastado gran cantidad de maravedis ... y ansimismo servieron aora de proximo
a su mag con cattorce mulas e siete hombres para llevar la munizion y
artilleria de Burgos con las quales cosas estan tan fatigados e devilitados"
dicen en 1591. Muchos
de ellos servirían bajo la influencia del señor de la villa, D. Enrique
Pimentel, uno de los nobles que participaron en estas campañas. En 1588
el corregidor, a instancias del Marqués de Távara, mandó hacer un listado
de todos los vecinos de Villafáfila de 20 años arriba, incluidos los hidalgos
y los mozos de labranza, para "esten con sus armas y arcabuçes a punto
para que salgan cuando el rey mande"; en febrero del 89 el Marqués manda
que se escojan a 80 personas en Villafáfila y a 10 en San Agustín y a
otros 10 en Revellinos, la mitad con picas y espadas y la otra mitad con
arcabuces y espadas, y junto a 50 hombres armados de cada una de la villas
de Távara y de Alija, que deben ser enviados a esta villa "que hagan alarde
para el domingo de Casymodo"[55].
II- APROXIMACIÓN
A LA ESTRUCTURA SOCIAL Y ECONÓMICA
La sociedad del siglo
XVI estaba dividida en tres estados o estamentos: Clérigos, hidalgos y
estado general o pecheros. En el caso de Villafáfila la gran mayoría eran
pecheros. Los hidalgos eran un grupo social privilegiado porque estaban
exentos del pago de ciertos tributos y disponían de la mitad de los cargos
de la justicia y regimiento, esto es, de un alcalde y dos regidores. Su
condición se obtenía por nacimiento o por privilegio real. En el siglo
XVI son frecuentes los pleitos de hidalguía en la Real Chancillería de
Valladolid de vecinos de Villafáfila a los que el concejo no reconocía
como hidalgos. Los conflictos estamentales fueron más frecuentes en la
primera mitad del siglo. Pero todavía en 1570 mantuvieron un largo pleito
los pecheros con los hidalgos sobre la forma de gastar el dinero del concejo,
pues los hidalgos no querían que el concejo gastase los propios de la
villa en seguir y oponerse a quienes pretendían probar su hidalgía ante
el alto tribunal[56].
La condición estamental
era independiente de la situación económica. Si en la Baja Edad Media
y en la primera mitad del siglo XVI los hijosdalgo eran un grupo con cierto
status económico, a finales del siglo eran frecuentes los hidalgos sin
hacienda o pobres. Así, en Villafáfila, de los 30 hidalgos de 1586, ocho
son pobres sin otro oficio, uno es jornalero pobre y dos son pastores
soldariegos. La mitad, 15, son labradores, algunos hacendados, y tres
no tienen trato ni granjería. (cuadro
8)
El grupo de los clérigos
estaba formado en 1586 por el arcipreste, los siete curas de los parroquias
y otros ocho clérigos de diversa calidad: tres sin grajería, en espera
de obtener algún beneficio eclesiastico mientras asistían a los oficios
por encargo, se les denomina mercenarios; otros dos son labradores y otros
tres tienen alguna capilla. El estamento de los clérigos era más permeable
en su origen que el de los hidalgos, parte de sus integrantes procedían
de ramas secundarias de familias hacendadas que se ordenaban con la mira
puesta en capellanías o fundaciones de colación familiar, algunos ordenados
después de viudos se hacen cargo de las rentas de estas capellanías; otros
eran hijos o sobrinos de clérigos influyentes que sucedían a sus deudos
en los beneficios, algunos de presentación de los feligreses; y un tercer
grupo lo formaban los clérigos forasteros que venían a la villa a hacerse
cargo de algunos beneficios que eran de presentación del obispo de Astorga
o del arcediano del Páramo; pero todos ellos tenían mayor conciencia de
pertenencia a grupo. Ese mismo año constituyen una cofradía de clérigos,
el Cabildo Eclesiástico, para contribuir a la solemnidad de los oficios
y celebraciones religiosas, pero pronto se convirtió en una efectiva institución
para canalizar e invertir el dinero procedente los aniversarios y mandas
de misas de los difuntos, llegando a ser la entidad religiosa de la villa
que más censos sobre tierras, viñas o casas, tenía a principios del siglo
XVIII.
Los medios de vida de
los clérigos eran diversos, la mayoría eran hacendados y así son vistos
por los otros vecinos " que en esta villa hay catorze o quinze clerigos
ques la mas gruesa de la hacienda y no pagan alcabala". Por una parte
obtenían unos ingresos por el desempeño de su función en forma de diezmos,
rentas de las haciendas de sus beneficios y estipendios de las funciones
religiosas en las que participaban; por otra parte la administración de
sus haciendas patrimoniales, incluso con la cesión por parte de sus progenitores
o hermanos de haciendas para evitar el pago de alcabala, les deparaba
a algunos, recursos suplementarios. A fines del siglo, además de las siete
iglesias parroquiales ( la de Santa Marta como beneficio rural desde 1586
), había una serie de fundaciones religiosas como capellanías: 15 se servían
en las diversas parroquias; tres Pías Memorias; siete cofradías; el hospital
de San Juan y múltiples aniversarios de misas, aparte de los encargados
al Cabildo; todos los cuales llevaban anejos una serie de tierras y viñas
de cuyo fruto se aprovechaban los clérigos directamente o a través de
los encargos de misas.
De los dieciseis clérigos
registrados en 1586, nueve tienen labranza propia de bueyes o mulas, y
de estos seis hacen vino, necesario para su propio consumo.
La situación económica
privilegiada del grupo de los clérigos se conoce también por sus testamentos
e inventarios de bienes, en los que son frecuentes las menciones a monedas
y objetos de plata y oro, además de los bienes inmuebles y abundante grano
y ganado, o las fundacines religiosas a su muerte. La posesión de bienes
suntuarios, como eran los esclavos también se reseña en 1590 cuando Francisco
de Villacorta, clérigo, en su testamento deja
"libre y orro a Marcos
Romero mi esclavo, hijo de Isabel de Aguilar mi esclava y de mis bienes
dejo veinte ducados para enseñar un ofiçio al dicho muchacho "[57].
En cuanto a las actividades
económicas de los vecinos de Villafáfila, las podemos deducir del padrón
de 1586. Se incluyen los clérigos, pero no figura el médico, al que generalmente
exoneraban de tributos, ni los obligados de la carnicería y abacería,
que suelen pagar el alcabala aparte.
El sector primario es
exclusivamente agropecuario, y ocupa a más de la mitad de la población,
la mayoría, un tercio de los vecinos, son labradores que labran con bueyes
en proporción 4:1 sobre las mulas, no figuran el número de pares de labranza.
Ningún vecino labrador es pobre. En San Agustín son labradores más de
la mitad de la vecindad, y todos labran con bueyes o vacas, en número
de setenta y una cabezas.
Las produciones principales
eran de cereales, sobre todo trigo, según se deduce de los diferentes
libros de fábrica de las parroquias, y en menor medida cebada y centeno.
En total, en 1586 se suelen coger entre cinco y seis mil cargas de todo
pan de las que se siembran mil, otras mil se pagaban de rentas a monasterios,
iglesias, y propietarios forasteros, quinientas o seiscientas se pagan
de diezmo, mil ochocientas sirven para el consumo de los vecinos y ganados,
quedando para la venta el resto. En Revellinos se recogen 1100 cargas
de trigo y novecientas de cebada. En San Agustín se cogen 1.060 cargas
de los tres cereales.
Sólo figuran tres labradores
y seis clérigos que cosechan vino en la villa, dato que necesariamente
debe estar infravalorado, pues en el padrón de alcabalas de 1593, hay
treinta y un vecinos, sin contar los clérigos, que pagan por el vino almacenado
en sus bodegas después de Año Nuevo, que asciende a 5.771 cántaros ( de
16 litros ). Una pesquisa más exhaustiva en 1596 encuentra 12.006 cántaros
de vino de cuarenta y siete propietarios, incluidos los clérigos, que
estaba almacenado en treinta y tres bodegas en Villafáfila. En San Agustín
se hallan 494 cántaros de siete propietarios en sus respectivas bodegas,
y en Revellinos, en cinco bodegas, encuentran 590 cántaros pertenecientes
a siete vecinos. En total en la villa y tierra a principios de 1596, despues
de un año de mala cosecha de pan, hay más de 13.000 cántaros de vino.
El resto de las producciones agrarias eran complementarias y servían para
el autoconsumo, salvo alguna fruta de los huertos que se vendía.
Veintidós vecinos de
la villa y cuatro de San Agustín figuran con ganado lanar, de los cuales
sólo uno es hatajero, esto es, que no tenía labranza. La importancia de
la ganadería lanar en la economía de la villa en estos últimos años del
siglo, había perdido la entidad que tuvo a principios y mediados del siglo,
cuando el gran número de cabezas de ganado lanar, más de diez mil en la
villa y la tierra, obligó a hacer unas ordenanzas para que los ganados
salieran a sierra en los meses en que más daño podían hacer en los panes
y las viñas. En 1538 se obtuvo confirmación de una ordenanza municipal
por la que se permitía la permanencia en los términos de la villa de tres
mil cabezas de ganado lanar, tanto de invierno como de verano, pervio
pago, con el fin de obtener recursos para el concejo. Todavía a fines
del siglo ésta era la principal fuente de ingresos del concejo y con la
que atendía los gastos de médico, cirujano y boticario, los salarios del
relojero, escribano, guarda y otros muchos gastos ordinarios de la villa.
En 1596 sólo se registran 4.760 cabezas en Villafáfila, 210 en San Agustín
y 100 en Revellinos.
Los jornaleros son setenta
y siete, una quinta parte de la población de la villa, y servirían a los
labradores. Casi la mitad de ellos son pobres. En San Agustín los jornaleros
son 11, representandos también una quinta parte de los vecinos y casi
todos son pobres. (cuadros 9 y
cuadro
10)
Los pastores por cuenta
ajena ascienden a 13 en Villafáfila y en San Agustín uno, creo que este
oficio está infravalorado pues es seguro que, si había veintiún labradores
que tenían ganado en la villa y cuatro en San Agustín, tendría que haber
otros tantos pastores, además de zagales, pero habitualmente no figuran
en el padrón los que vivían mantenidos en casa de los amos, por ser forasteros
sin bienes ni familia.
El sector secundario
es sólo artesanal, pues los restos de la industria salinera, floreciente
en la Edad Media y que contaba con trece cabañas de hacer sal en 1518,
había ido decayendo hasta desaparecer a mediados del siglo, pues las tres
últimas cabañas en activo se mencionan en 1543. Los que se dedican a profesiones
artesanales son un diez por ciento de los vecinos. Entre ellos figuran
los oficios que servían para abastecer de ciertos productos la villa,
siendo 18 los dedicados a la actividad textil, entre sastres y tejedores,
éstos fabricaban lienzos, paños, estameñas y costales y alforjas. El resto
de los oficios artesanales están relacionados con las actividades cotidianas
de la villa : emperailes, herreros, zapateros, carpinteros, panaderos,
uno que hacía tejas y ladrillos, un tapiador, un carretero de hacer carretas
y un tundidor.
Los que se dedican a
actividades relacionadas con los servicios son 49, incluyendo los dieciseis
clérigos, algunos de los cuales compartían su servicio con la labranza.
Detrás de éstos, el grupo más numeroso son los once comerciantes que se
dedicaban a tratar con diversos géneros : granos, frutas, bestias, harina
y lana, alguno de los cuales también era labrador, sin contar con los
obligados de la carnicería y pescadería, concesiones que anualmente el
concejo sometía a la puja pública. El comercio de granos era el que más
recursos movía, pues a parte de un comercio local centrado en los mercados
de Benavente y Villalpando, en los años de escasez acudían a los pueblos
de Tierra de Campos forasteros de lugares más o menos alejados, como vizcaínos,
y otros vecinos de Villafáfla acudían a comprar grano a las comarcas menos
castigadas por la escasez, para venderlos en tierra de Sanabria[58]. El comercio de lana era menos importante que a mediados de siglo,
cuando la lana producida era comprada por mercaderes de Rioseco o de Burgos,
seguramente para la exportación. El comercio de vino era escaso para la
producción que había en la villa y tierra, pues la mayoría se bebía en
las casas sobre todo en el tiempo de la siega
"que esta vila no es
pueblo de saca de vino ny de paso... y que los veçinos tengan el vino
para el tienpo de su neçesidad que es en la syega.."[59].
Cinco sirvientes, tres
barberos, dos escribanos, dos herradores, dos viudas que enseñaban a las
niñas a labrar, un albéitar o veterinario, un boticario, un carretero,
un mesonero, una hospitalera, un guarda del monte, un abogado y el corregidor
completan este grupo de actividades terciarias.
En las aldeas, aparte
de los taberneros y los obligados de la carnicería, que no suelen figurar
en los padrones, sólo a los dos clérigos los podríamos incluirlos en este
sector.
Los vecinos de la villa
sin oficio especificado son 93, casi la cuarta parte, la mayor parte de
ellos son catalogados como pobres sin más oficio, entre los que figuran
60 viudas pobres y seis hidalgos pobres, pues el estado no iba siempre
ligado a la hacienda. El número total de vecinos que son calificados de
pobres, aunque tengan un oficio como jornaleros o pastores son 123, que
corresponden al 32%, casi un tercio de la vecindad. El total de viudas
y de mujeres solas, es de 91, un 23,7%. En la aldea de San Agustín veinte
vecinos, más de un tercio del total, están considerados pobres[60].
Si observamos el reparto
de la alcabala que debían pagar los vecinos de Villafáfila, que sabemos
que se hacía por haciendas de los vecinos y no por tratos, observamos
unas conclusiones parecidas. Los vecinos a los que se les reparte menos
de seis reales son el 35%, tanto en 1584 como en 1593, que corresponden
a los calificados como pobres. Un segundo grupo de más del treinta por
ciento, correspondientes a jornaleros, artesanos y pequeños labradores
o viudas de éstos, pagan entre seis reales y mil maravedíes. Entre mil
y tres mil maravedíes encontramos a una quinta parte de los vecinos, entre
los que se incluyen la mayoría de los labradores. Una minoría entre el
cinco y el siete por ciento que corresponden a los considerados ricos
y hacendados pagan más de 3.000 mrs. (cuadro11)
FUENTES
A.G.S.: Archivo General
de Simancas.
C.G. : Contadurías Generales.
C.y J. de Hdª : Consejo
y Juntas de Hacienda.
E.Hdª.: Expedientes
de Hacienda.
A.H.N.: Archivo Histórico
Nacional.
A.H.P.Za.: Archivo Histórico
Provincial de Zamora.
A.P.Vfª.: Archivo Parroquial
de Villafáfila.
A.R.Ch.V.: Archivo de
la Real Cancillería de Valladolid.
NOTAS
[1]
Archivo Parroquial de Villafáfila (A.P.Vfª.). Libro 4.
[2]
Archivo General de Simancas ( A.G.S. ).Expedientes de Hacienda (E.Hdª)
Leg. 199-1 Tomás GONZALEZ, Censo de Población de las provincias y partidos
de la Corona de Castillaen el siglo XVI. Madrid 1829.
[3]Tomás GONZALEZ,
Censo de Población de las provincias y partidos de la Corona de Castilla
en el siglo XVI. Madrid 1829.
[4]A.G.S. E.Hdª
Leg. 206
[5]Archivo Histórico
Provincial de Zamora (A.H.P.Za.). MUNICIPAL. XIV -2
[6]A.G.S. E.Hdª
206
[7]A.G.S. E.Hdª
206
[8]Archivo Parroqial
de Villafáfila (A.P.Vfª.). Libros 1 a 38.
[9]A.G.S. E.Hdª.-205
[10]A.G.S. Contadurías
Generales (C.G.) Leg. 2305
[11]
A.P. Vfª Libro 86.
[12]A.H.P.Za. Catastro
de Ensenada leg.1628
[13]Censo de Floridablanca
1787 Zamora. Madrid 1989.
[14]
A.G.S. E.Hdª. Leg. 206
[15]A.P.Vfª. Libro
80
[16]
A.H.P.Za. Notariales 11752
[17]A.P.Vfª. Libro
86
[18]A.H.P.Za. Municipal
: XIV - 2
[19]
A.G.S. E.Hdª. Leg. 206
[20]A.G.S. E.Hdª
Leg. 206
[21]
A.G.S. Consejo y Juntas de Hacienda (C.y J. de Hdª.). Leg. 281-1
[22]
A.H.P. Za. Desamortización. Caja 235
[23]
Archivo de la Real Chancillería de Valladolid (A.R.Ch.V.) Sala de
los Hijosdalgos (HD.). C. 749-6
[24]A.P.Vfª. Libro
51
[25]A.P.Vfª. Libro
49
[26]
Las citas anteriores de A.R.Ch.V. Taboada olv. C. 267-1
[27]
A.R.Ch.V. Taboada fen. C. 493-4
[28]
A.G.S. E.Hdª. Leg. 205
[29]
A.G.S. E.Hdª Leg. 199 - 2
[30]
A.R.Ch.V.Taboada olv. C. 267 -1
[31]A.G.S. E.Hdª
199-2
[32]
A.G.S. C.y J.de Hdª Leg. 379-8
[33]
A.G.S. C y J. de Hdª. Leg. 357 -4
[34]
A.H.P.Za. Municipal XIV-2
[35]
A.G.S. C. y J. de Hdª. Leg. 357-4
[36]
A.G.S. E. Hdª. Leg. 206
[37]
A.G.S. C. y J. de Hdª. Leg. 252-7
[38]
Lo anterior de A.G.S. C.y J. de Hdª. Leg. 395- fº1
[39]A.G.S. E.Hdª.
Leg.425
[40]A.G.S. E.Hdª.
Leg.206
[41]
A.R.Ch.V. Zarandona y Walls, olv. C. 1353 - 8.
[42]A.R.Ch. V. Pérez
Alonso f. C.127 - 4
[43]A.R.Ch.V. Fernando
Alonso f. C. 711 - 5
[44]
A.R.Ch.V. H.D. 749-6
[45]A.G.S. E. Hdª
432
[46]A.H.P. Za. Villafáfila
64
[47]A.G.S. C.y J.
de Hdª. Leg. 224-5
[48]A.G.S. C.y J.
de Hdª. Leg. 252-6
[49]A.H.P.Za. Villafáfila
64
[50]A.G.S. E.Hdª.
Leg. 206
[51]A.H.N.Clero.
Leg.18400 y 18401
[52]A.P.Vfª Libro
55
[53]A.H.P.Za. Municipal
XIV - 2
[54]
A.H.N.Nobleza. Osuna. Leg.2153
[55]
A.R.Ch.V. Hijosdalgo. C. 749 - 6
[56]A.H.P.Za. Notariales.
3350
[57]A.R.Ch.V. Taboada
olv. C.267-1
[58]A.G.S. E.Hdª
Leg. 205
[59]
Lo anterior A.G.S. E.Hdª Leg. 199-1
CUADROS
CUADRO I
Evolución
del vecindario de Villafáfila y su tierra en el siglo XVI
CUADRO II
CUADRO III
Primicias
de trigo en las parroquias de San Salvador, San Martín y San Andrés de
Villafáfila
CUADRO IV
Valor
de las alcabalas de Villafáfila en el siglo XVI
CUADRO V
Bautizados
y Difuntos en la parroquia de S.Salvador de Villafáfila.
1575
- 1599. Valores absolutos.
CUADRO VI
Bautizados
y Difuntos en la parroquia de San Salvador de Villafáfila.
1575
- 1599. Media quinquenal.
CUADRO VII
Bautizados
y difuntos en la parroquia de San Salvador de Villafáfila.
1575
- 1599. Saldo vegetativo.
CUADRO VIII
Distribución
por estados de la población de Villafáfila a finales del s.XVI
CUADRO IX
Sectores
según la actividad económica en 1586
CUADRO X
Sectores
según actividad económica
CUADRO XI
Distribución
del reparto de las alcabalas en Villafáfila
|