Concepción
de CASTRO
A
LA SOMBRA DE FELIPE V. JOSÉ DE GRIMALDO, MINISTRO RESPONSABLE
(1703-1726)
Madrid,
Marcial Pons, 2004
Jorge
CHAUCA GARCÍA
El
mundo de los validos cuenta con notables historiadores, desde los
clásicos Tomás y Valiente o Elliott hasta aquellos que
escriben matizando el centro de poder metropolitano con las
perspectivas periféricas, como G. Galasso o F. Benigno, éste
último en su libro La sombra del rey. Validos y lucha política
en la España del siglo XVII, continuaba la línea de
investigación sobre la privanza. Al llegar al análisis
de la centuria siguiente el interés de la historia política
renovada se inclina al mundo de los ministros.
La
hegemónica historia social en su vertiente de estudio del
poder ha experimentado un auge historiográfico sólo
comparable al de la biografía. La vuelta de la individualidad
junto a la revalorización de los mecanismos de poder en su
engranaje institucional y humano ha traído aportes de autores
sobradamente consagrados, por ejemplo los libros del profesor Molas
Ribalta sobre Los magistrados de la Ilustración o La Audiencia
borbónica del Reino de Valencia (1707-1834), que señalan
vías para la prosopografía.
En
el libro de la profesora Concepción de Castro convergen la
aproximación biográfica con la historia política
y del pensamiento. Se encuentra estructurado en cuatro capítulos,
el primero analiza los primeros años (1700-1705) de la nueva
etapa creada por el conflicto sucesorio; lo trascendente radica en el
contacto con la institución de los ministros borbónicos
y los hombres que encarnaron los primeros impulsos reformistas de
cambio. En opinión de la autora: “El mayor cambio
político antes de la revolución liberal fue la
aparición de los ministros responsables en sus
correspondientes áreas específicas, lo cual se produjo
en España con Felipe V a partir de 1703”. En el capítulo
siguiente aborda la primera etapa del ministerio de Grimaldo
(1705-1709), tras la etapa Canales y la influencia de Luis XIV sobre
su nieto en medio del desorden institucional; llega al tercer
capítulo centrado en la segunda etapa de su ministerio
(1709-1714) de Guerra y Hacienda, con el panorama bélico y el
orden institucional. Por último, desde 1715 a 1726 trata de la
“involución”, es decir, el final del equipo
reformista de Orry y el desorden, aunque se mantienen los ministros,
eso sí, bajo la fuerza de personajes respaldados por Isabel de
Farnesio. En todo caso, el orden cronológico mantiene lo
significativo y transversal de la secuencia política y nos
acerca a personajes de gran capacidad decisoria en las cúpulas
de poder, además de las carreras políticas y el
ejercicio del altorreformismo desde la figura de los ministros, en
ensamblaje con los Consejos. José Grimaldo se erige como
consolidador de la institución.
La
autora ha estudiado en diversas ocasiones la práctica política
de Campomanes y las Secretarías de los Consejos, las de Estado
y del Despacho. Los resultados de los historiadores del derecho y las
instituciones o del pensamiento político tienen la virtualidad
de fijar la atención en lo político cuando sus colegas
sin adjetivos atienden a otros campos, la convergencia actual de
ambos augura un enfoque definitivo.
Junto
a las figuras de los ministros (Delgado y Gómez Urdáñez),
el estudio de casos paradigmáticos como Wall (Téllez
Alarcia) o Carvajal ( Molina) completan la primera mitad del siglo
XVIII hasta ahora en desventaja con el pleno reformismo político
carolino, está pendiente Carlos IV, salvo los casos de
Jovellanos por ejemplo (Baras Escolá). Por último,
insistir de nuevo en la importancia de los estudios biográficos
renovados, así Micaela Valdés, El baylío don
Antonio Valdés. Un gobierno eficaz del siglo XVIII, nos
recuerda que: “Cuanto más sepamos de la vida y la obra
de los personajes que desempeñaron un papel importante en el
pasado, más completo será nuestro conocimiento de la
historia y más posibilidades tendremos de interpretar hechos y
procesos que hoy no tienen una explicación convincente”.
Las instituciones son sus hombres y el proyecto reformista contó
con una serie de personajes que encarnaron su tiempo y lucharon
contra la inercia de la tradición sin transgredir su radio
para evitar seguir el derrotero de un Olavide.
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