Ken ALDER
LA MEDIDA DE TODAS LAS
COSAS. LA ODISEA DE SIETE AÑOS Y EL ERROR OCULTO QUE
TRANSFORMARON EL MUNDO
Madrid, Taurus, 2003
Josep PALAU i ORTA
El libro de Ken Alder, La
medida de todas las cosas (Taurus, 2003), recorre el
extraordinario viaje que hicieron los astrónomos franceses
Jean-Baptiste-Joseph Delambre (1749-1822) y Pierre-François-André
Méchain (1744-1804) en busca de una unidad de medida universal
para toda la humanidad: el metro. Recogiendo una vieja idea del
antiguo párroco de la iglesia de San Pablo de Lyon, Gabriel
Mouton, la Academia de las Ciencias de Francia presentó en
1791 al monarca Luis XVI el proyecto de determinar la longitud del
meridiano 0º para conseguir unificar el caos de medidas que
existía en todos los territorios de la monarquía.
Durante su encierro en una celda, tras su intento de huída a
Varennes el 20 de junio de 1791, el monarca firmó la orden que
daba carta blanca a la expedición científica. Es en
este punto en donde empieza un apasionante relato al encuentro de “la
medida de todas las cosas”. Mientras toda Francia se encontraba
conmocionada por los acontecimientos políticos y sociales de
la revolución, los astrónomos Delambre y Méchain
empezaban en direcciones opuestas su particular viaje hacia la
medición del meridiano de París con los instrumentos
más precisos del momento: los círculos de repetición
inventados por Jean-Charles de Borda. Una expedición
científica que tardó cerca de una década en
finalizar sus trabajos, pero que tenía en su principal
objetivo la noble idea de conseguir una medida universal y rigurosa
para todos los pueblos del mundo.
En este punto, Ken Alder
nos adentra en los entresijos de las dificultades y complicaciones
que tuvieron que pasar Delambre y Méchain para conseguir
realizar sus mediciones. Una narración que pretende mostrarnos
el increíble error que Delambre y Méchain intentaron
esconder respecto a las mediciones que realizaron. Para Alder,
Méchain enmascaró deliberadamente a sus compañeros
unas divergencias en las mediciones astronómicas que hizo del
meridiano en Barcelona. Delambre, por su parte, hizo lo propio para
ocultar en vida los datos divergentes que conllevaban el
descubrimiento del engaño de Méchain. Aunque el metro
ya había sido estandarizado en 1793 en una barra de platino
usando datos geodésicos dispares, la expedición se vio
ensombrecida por este supesto error. En todo caso, el joven astrónomo
Jean-Nicolas Nicollet, poco después de la muerte de Méchain,
descubrió que las divergencias no eran errores, sinó
una mala interpretación de los datos encontrados. Según
Nicollet, los datos divergían tan solo 0’40 segundos
(1’20 metros) de la solución correcta, pero el metro ya
había sido realizado con las odiosoas rectificaciones de
Méchain para ocultar las enormes divergencias que encontró
en sus propias mediciones.
Desde esta óptica,
el error se nos presenta como el eje principal del libro, permitiendo
a Ken Alder jugar con diversos argumentos paralelos: los intereses
particulares de los propios científicos, uniformidad versus
diversidad, los devaneos de la revolución, la cuestión
ética en la ciencia o los mismos ideales de la Ilustración.
Valiéndose especialmente de la extraordinaria y rica
correspondencia entre los propios astrónomos y su maestro, el
sabio Josep-Jérôme Lalande (1732-1807), Alder nos viste
un libro que sabe entremezclar el rigor con una gran capacidad
divulgativa. La descripción de la increíble ocultación
del error llevada a cabo por Méchain y Delambre, es presentada
ante el lector cómo una herencia que ha modificado
equivocadamente nuestra visión del mundo. Buscando que el
lector quede atrapado por el ritmo de la narración, se nos
presenta el error como un descubrimiento con el que aún
vivimos, aunque el sistema métrico actual ya no esté
regido por las mediciones de Delambre y Méchain. La unidad
métrica actual ya no es la diezmillonésima parte del
meridiano 0º de la Tierra. A lo largo de los siglos XIX y XX, se
han ido utilizando diversos métodos de medición para
definir la unidad métrica. En la actualidad, el metro standard
fue aceptada por la 17ª Conferencia General de Pesos y Medidas
celebrada en 1983 como la distancia que hace la velocidad de la luz
en el vacío a 299.792.458/1 segundos. En todo caso, los
grandes logros del libro son recuperar una correspondencia entre
Delambre y Méchain casi desconocida por los historiadores y
poner en tela de juicio las paradojas éticas y científicas
que definen la Ilustración.
Nota del editor: Reseña
aparecida el 3 de junio de 2003 en el portal Mundos Modernos
(http://www.mundosmodernos.org).
Se publica en la revista electrónica de Historia moderna
Tiempos Modernos para normalizar su condición de
contenido científico.
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