Benito ARIAS MONTANO
CORRESPONDENCIA
CONSERVADA EN EL MUSEO PLANTIN-MORETUS DE AMBERES
Madrid, CSIC, 2002
Libro recibido por cortesía de Prensas
Universitarias de Zaragoza
Jesús VILLANUEVA
LÓPEZ
Los
dos volúmenes que comentamos se centran en la documentación
relacionada con Benito Arias Montano conservada en el Museo
Plantin-Moretus de Amberes, y que ha sido estudiada in situ por el
responsable de la obra, Antonio Dávila Pérez. El núcleo
de este material lo constituye la correspondencia relacionada con
Arias: 148 cartas cruzadas casi en su totalidad con el célebre
impresor Cristóbal Plantino (Christoffel Plantijn, o
Christophe Plantin) y su yerno y sucesor al frente de la imprenta,
Juan Moreto (Jan Moretus). Hay que decir que pese a que en la
referencia del libro aparece tan sólo el nombre de Arias
Montano, la mayoría de las misivas son de Plantino:
concretamente 91. Otras 30 fueron redactadas por Moreto, por tan sólo
19 por Arias Montano. Hay algunas cartas de otros remitentes
dirigidas a Montano, y de las escritas por éste cinco tienen
destinatarios distintos a los dueños de la imprenta
Plantiniana.
Dos
tercios de estas cartas, y entre ellas casi todas las escritas por
Plantino, ya habían sido publicadas en la Correspondance
de este último (ed. M. Rooses y J. Denucé, 1883-1918, 8
vol.; supl. 1955). Son 46 las misivas que Dávila Pérez
publica por primera vez, en gran parte pertenecientes al período
posterior a la muerte de Plantino en 1589. No puede decirse que estos
documentos inéditos hasta ahora contengan grandes
revelaciones: vemos una carta de Montano en francés fonético
(n.º 29); una petición de muestras botánicas hecha
por Montano a Plantino; la comunicación del fallecimiento de
este último a Montano hecha por Moreto (n.º 119 y 120); o
las referencias en la correspondencia de Moreto a la edición
de las diversas obras de Montano en esos años, como las dos
partes del Opus magnum (Anima y primera parte del
Corpus), el De varia republica o los comentarios a
Isaías. Sobre estas y otras obras Dávila Pérez
recoge interesantes datos sobre el número de ejemplares
impresos y costes de impresión. La pieza inédita que
más llama la atención es la carta n.º 30, dirigida
por Montano en 1574 a la Universidad de Lovaina pidiendo un
pronunciamiento sobre el sentido del decreto trentino referente a la
validez de la Vulgata y concretamente sobre un principio de crítica
textual: si en caso de discrepancia entre la Vulgata y la versión
hebrea y griega de la Biblia, había que corregir la primera de
acuerdo con la lección de las segundas o al revés (en
puntos, aclara Montano, que no afectaran al dogma y a las
costumbres). Como otras cartas previamente ya editadas, ésta
entra de lleno en la polémica generada por la edición
de la Biblia Políglota (1569-1572).
Al
margen de las aportaciones inéditas, hay que decir que la
edición de Dávila Pérez ofrece la gran ventaja
de reunir en una sola obra la correspondencia desperdigada en los
varios volúmenes, ya veteranos, de la edición de
Duracé, en un texto además transcrito con mucho
cuidado, y completado con una exhaustiva anotación de
variantes y una traducción castellana exacta que facilitará
mucho la consulta de la obra.
El
contenido de la correspondencia presenta múltiples puntos de
interés. En lo relativo a la biografía de Montano, ya
Rekers aprovechó la edición de Duracé para
destacar aspectos tan cruciales en la evolución vital e
intelectual del humanista extremeño como su radio de
relaciones en la sociedad antuerpiense, tanto en un plano intelectual
como humano, y particularmente lo que fue su vinculación con
la secta mística de la Familia del Amor, encabezada por el
visionario Barrefelt (o Hiel), de quien Montano seguía
mostrándose devoto ya de vuelta a España. Las notas de
Dávila Pérez sobre los distintos personajes aludidos en
las cartas –enumerados en el índice de nombres final–
constituyen una excelente guía para el mundo en el que se
movió Montano. Asimismo, los informes de Platino sobre la
situación política en los Países Bajos,
interesantes por sí mismos, responden a una demanda de
información por parte de Montano que pone de manifiesto el
profundo efecto que tuvo sobre él la estancia en Amberes. Son
también de interés, y Dávila Pérez lo
destaca debidamente en su introducción, los datos relativos a
la edición de las obras de Montano y a su papel como
intermediario en los negocios de Plantino con Felipe II o con
españoles particulares. Naturalmente, el estudioso de la
historia del libro encontrará en las cartas de Plantino una
ventana abierta al funcionamiento interno de la mítica casa
editora de Amberes.
La edición de la
correspondencia va precedida de una introducción en la que
Dávila Pérez resume las aportaciones factuales que
ofrece tanto la correspondencia editada como otros materiales del
Museo Plantin-Moretus relativos a cuestiones editoriales, materiales
que se describen en la misma introducción y en los apéndices
finales de la obra. En la introducción destaca además
el apartado dedicado a hacer un inventario, provisional pero muy
completo, de la correspondencia de Arias Montano, escrita o recibida,
repartida en los diversos archivos de la Europa e incluso de Estados
Unidos. Hubiera sido interesante que Dávila Pérez
ofreciera una cuantificación de las misivas localizadas, que
sin duda son sólo una pequeña parte de la
correspondencia escrita o dirigida a Montano en su época (ya
se ha visto que se conservan apenas una decena de cartas dirigidas a
Plantino, a quien Montano escribía prácticamente cada
semana, al menos durante una época). El proyecto último
al que se orienta el inventario que ofrece Dávila sería
el de una edición general de la corespondencia montaniana, a
imagen de la que en los últimos años se ha llevado a
cabo con Justo Lipsio (bien que a partir de la edición cuidada
por el propio Lipsio en su día). Para ello se cuenta con la
base de la amplia edición en la Colección de
Documentos Inéditos para la Historia de España (t.
41) así como con distintas contribuciones recientes, entre las
que destaca la de Baldomero Macías: La Biblia Políglota
de Amberes en la correspondencia de Benito Arias Montano (MS. Estoc.
A 902), Huelva, 1998. La dispersión de estos materiales en
tantos archivos hace que este proyecto sea ciertamente arduo, pero de
llevarse a cabo podríamos palpar la extraordinaria irradiación
europea del pensamiento y la personalidad del ilustre biblista
español.
Nota
del editor: Reseña aparecida el 8 de julio de 2003 en el
portal Mundos Modernos (http://www.mundosmodernos.org).
Se publica en la revista electrónica de Historia moderna
Tiempos Modernos para normalizar su condición de
contenido científico.
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